Gobierno y las consultoras privadas estiman que la inflación minorista estará más cerca del 2 que del 3 por ciento, por lo cual en términos interanuales rondará el 45 por ciento.
Fuentes oficiales indicaron a LA NACION que el índice de precios al consumidor (IPC) debería “estar cerca del dos por ciento”, aunque habrá que ver cuál es el número que finalmente informa el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) a mediados de agosto.
Y en la ciudad de Buenos Aires, durante los primeros 15 días del mes, las estadísticas oficiales reflejaron una suba del 2,5 por ciento. Para fin de año, se prevé un incremento del 1% mensual.
En tanto, entre seis consultoras que efectúan un relevamiento de precios, calcularon un promedio del 2,5 por ciento.
Luciano Cohan, director de Elypsis, dijo que “el resultado estará entre el 2 y el 2,5 por ciento, ya que la inflación del mes viene baja, pero hay arrastre de los meses previos”. A nivel interanual, la inflación porteña está en el 45 por ciento y la nacional cerca del 4 por ciento.
El economista aclaró que, si se mantuviera frenada la suba en las tarifas del gas, “habría que restarle entre uno y tres puntos a la inflación”.
Diego Giacomini, director de Economía & Regiones, afirmó que “tanto la inflación general como la core están un 0,3 por ciento más bajo que en junio, o sea en torno del 2,5 por ciento para julio”.
El economista advirtió que “como la política monetaria tiene un retraso de 12 a 18 meses en actuar, todo este año estará influenciado por la política monetaria expansiva de Alejandro Vanoli, así que hasta septiembre no bajará del 2,2 mensual y recién a fin de año puede bajar a 1,5 o 1,7 por ciento mensual”.
De este modo, “si en diciembre se llegara al 42 por ciento interanual, sería difícil rondar en marzo del 2017 el 25 por ciento”, tal como lo expresó el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay.
“Pero sí es posible que en el primer trimestre del 2017 esté en el 1,5% mensual”, aclaró.
Fausto Spotorno, economista jefe de Ferreres & Asociados, indicó que “hasta ahora hubo subas importantes en los primeros días y en alimentos habrá una suba del 2% aproximadamente, mientras que el IPC general estará entre el 2,3 y el 2,4 por ciento”.
En particular, dijo que entre los alimentos “hubo aumentos en arroz, cerveza, agua mineral, jugo de manzana y algunos cortes de carne” y, fuera de ese rubro, “hay algún arrastre de expensas y de esparcimiento por las vacaciones de invierno”. Por lo tanto, explicó “la inflación está en el 46% interanual, pero si el dato del Indec da por debajo del 2,5 por ciento será muy positivo”.
Para los próximos meses, consideró que “la suba del IPC seguirá en torno del 2% mensual”.
El economista jefe de FIEL, Juan Luis Bour, dijo que “en las primeras dos semanas la suba de la inflación fue del 2,5% y la core, entre 2,5 y tres por ciento”. Todo apunta a que el mes termine alrededor del 2,6 por ciento el IPC general.
“En agosto pegará algo la suba de la tarifa de los subtes, pero hay razones para pensar que vas a estar por debajo del 2% mensual, aunque el único instrumento que se está usando para bajar la inflación es la tasa de interés”, explicó Bour.
María Castiglioni, socia de C&T, prevé que la suba ronde el 2,4%, ya que “los aumentos vienen bastante moderados, sobre todo en alimentos”.
“A nivel interanual está en el 43% y recién empezaría a bajar más adelante, pero lo importante es que no va a seguir subiendo porque ya no hay efecto de las tarifas, salvo el subte. Y con un dólar quieto, sin aumento de tarifas y la emisión contenida, no debería haber incrementos adicionales”, detalló la economista.
La directora de C&T indicó que “aunque se están viendo algunos síntomas de recuperación en el nivel de actividad por el campo, la obra pública y ahora que se sumará el cobro de los jubilados, habrá cierta recuperación del consumo sin suba de inflación, por la recesión”.
El economista del estudio Bein Federico Furiase dijo que “la estimación preliminar de las primeras tres semanas del mes arrojó una suba por debajo del 2%, con alimentos desacelerando y el impulso de los rubros de hogar, salud, esparcimiento y vivienda (por las expensas)”.