La importancia de los paseos con tu perro

El patio o jardín de casa no alcanzan. Las salidas con tu mascota son fundamentales para garantizar su buena salud y la construcción del vínculo entre ambos

Hay perros muy inquietos, otros son más tranquilos. Más allá de la intensidad, el paseo cumple un rol fundamental en la vida de todos ellos.

Marina Snitcofsky, veterinaria especialista en comportamiento animal de Pedigree, explica que el ejercicio físico mejora la salud de sus músculos y huesos, y previene el sobrepeso. Además, les permite consumir energía cinética, que es una necesidad propia de los animales muy activos.

“La rutina de paseo le otorgan al perro una variedad de estímulos sensoriales: imágenes, sonidos, olores, sensaciones táctiles por el viento y por el contacto con sus almohadillas plantares con las distintas superficies. Estos estímulos aportan sensaciones novedosas que evitan que sus sentidos queden embotados por la monotonía de su casa”, señala Snitcofsky.

El patio o jardín de casa no alcanzan. La socialización que se da en las salidas es única. El paseo intensifica el vínculo con su dueño, permite el contacto con otros animales y también con otras personas.

“La duración de los paseos depende del tamaño y la edad del animal, además de sus características y posibilidades físicas. Ahora bien, desde el punto de vista comportamental, es más útil realizar muchas salidas diarias y breves, que una muy prolongada”, dice Snitckfsky. La veterinaria explica, además, que no hay que exigir de más al perro y que es importante interpretar las señales de cansancio, como el jadeo, el paso lento, sentarse o acostarse en medio del camino, o tirar de la correa en dirección a la casa.

La hidratación es un aspecto que no debemos perder de vista. La misma varía de acuerdo al tamaño, raza, edad y estado fisiológico del animal. La cantidad de líquido también depende de la duración del paseo, la distancia recorrida y la temperatura ambiente. Durante el verano, lo recomendable es caminar por la sombra e hidratar al perro con mayor frecuencia.

“Todos los perros deben pasear con correa, aunque sean muy obedientes. Es mejor llevarlos con pretal o arnés que con collar, especialmente si son perros que suelen tironear de la correa, ya que en estos casos el collar puede dañar sus cervicales o tráquea. Lo ideal es que la correa esté laxa, formando una letra ‘C’ horizontal, nunca tensa, y que sirva de nexo comunicacional entre el perro y su dueño”, expresa la veterinaria, y finaliza: “La salida debe ser un momento de disfrute. Debemos tomarnos el tiempo necesario para que el paseo no sea un trámite, sino realmente una caminata que fomente el vínculo activo, el juego, y la comunicación”.