“La historia oficial”, primera película argentina ganadora del premio Oscar con un relato sobre la apropiación de niños nacidos durante el cautiverio de sus padres durante la dictadura, se presentará restaurada el 24 de marzo en el marco del aniversario del golpe militar y su director, Luis Puenzo, señaló que producciones cinematográficas como esa merecen “vivir toda la vida, para siempre”.
“La película es exactamente como era, tiene exactamente todo lo que tenía, no tocamos una coma ni un fotograma por muchísimos motivos”, explicó Puenzo aunque confesó ante DyN y otros medios en conferencia de prensa que tuvo “la tentación de hacerlo”.
El cineasta aseguró que “ahora está fresca, sana y va a vivir mucho más que nosotros” y agregó que los films “antes no envejecían, ahora si. Ahora las películas envejecen inmerecidamente pero a mi dan ganas de ir contra esa corriente y verla con todos, con gente grande y también con jóvenes”.
“La historia oficial”, estrenada en 1985 con libro de Aída Bortnik y Puenzo fue protagonizada por Norma Aleandro y Héctor Alterio junto a Chunchuna Villafañe, Hugo Arana, Chela Ruiz, Guillermo Battaglia y la niña Analía Gómez, quien tenía 4 años durante el rodaje.
Le película, ambientada en el ocaso de la dictadura militar, narra la historia de una profesora de historia (Aleandro) quien comienza a averiguar quiénes son los verdaderos padres de su hija, adoptada por su marido (Alterio) de manera “sospechosa”.
Desde su estreno, el film fue visto por 1.800.000 espectadores dijo el director quien aseguró que la película “es la que es, estoy muy contento y orgulloso, la veo muy bien, creo que dice lo justo, lo que tiene que decir y suscribo cada palabra, aunque hay palabras discutibles y discutidas en la películas”.
“Suscribo cada cosa que hicimos y decimos con Aída (Bortnik), la película es así y creo que ahora el baño de tecnología que le dimos permite ver bien lo que la película cuenta”, manifestó.
Puenzo cree que el film “está muy vigente, en buena medida por los méritos de la película y en buena medida por la falta de méritos del país” y comentó que “hay cosas que ojalá hubieran cambiado, pasaron treinta y pico de años y aún hay cosas que no cambiaron”.
“Este es un país que hizo más que cualquier otro para juzgar a sus genocidas, hizo muchísimo, mucho más que cualquiera”, dijo Puenzo y analizó que “probablemente Argentina es el país que más hizo para revisar su pasado”.
Del tema, Puenzo destacó que “otra manera de mirar es darnos cuenta que el pasado no está completamente revisado” y sostuvo que “hay muchas cosas para seguir revisando y el país tiene que seguir reflexionando sobre qué nos pasó. La vigencia y lo que la película dice es porque las cosas han seguido ocurriendo es como un eterno presente”.
Por su parte, Analía Castro, al verse en la película cuando tenía 4 años, reveló que desea retomar la actuación que sería en teatro pero prefiere esperar a que sus hijas “crezcan” para así regresar a la actuación”.
“Verme otra vez es raro”, alegó y comentó que “no me acuerdo de la película, sí me acuerdo de las cosas iban pasando detrás de cámara. Cuando estaba en la cama que miraba que estaban todos tirados en el piso con las cámaras, me vienen esos recuerdos”.
Castro comento que el film restaurado le permite “ver y entender desde otro punto” la historia reciente del país y recordó que “todavía hay un ellos y un nosotros”.