Los entrenadores de la orca Morgan, que fue rescatada en Holanda en 2010 y padece una sordera diseñaron un sistema comunicativo, basado en gestos y luz, con el que felicitan al animal cuando responde bien a sus peticiones.
El entrenador y supervisor de las orcas del zoológico de Tenerife, Rafael Sánchez, explicó en una entrevista a Efe que al poco tiempo de que la orca llegara a Tenerife, a petición de un juez holandés, los entrenadores se dieron cuenta de que Morgan no acudía a las llamadas de los silbatos de los monitores.
Para poder interactuar con la orca, los entrenadores colocaron focos de luces blancas dentro y fuera de la piscina que, cuando encienden, indican a Morgan que ha hecho bien su trabajo, ha indicado Rafael Sánchez.
Este nuevo sistema de comunicación adaptado para Morgan ya lo comprenden el resto de las cinco orcas que conviven con ella en las piscinas de Loro Parque, donde recientemente se les practicaron a todas pruebas de audición.
Morgan, a la que se le calculan entre ocho y diez años, pesa más de 2.200 kilogramos, mide unos cinco metros y come diariamente alrededor de 40 kilos de pescado repartidos en nueve comidas, que los entrenadores aprovechan para obtener análisis de sangre, orina e incluso de heces mediante la introducción de un tubo por el recto, controles para los que han sido entrenadas.