Google presentó este jueves una solicitud en Estados Unidos para obtener la patente de una sustancia adhesiva destinada a la aplicación sobre la carrocería de sus coches autónomos para que, de ser atropellado, un peatón quede pegado al vehículo, a fin de evitar lesiones.
La patente precisa que una capa especial podría cubrir el capó y los paragolpes del frente del vehículo. En el caso de producirse un accidente, ésta se desintegraría para exponer una superficie adhesiva con un efecto similar al papel anti-insectos: de ser atropellado, el peatón quedaría adherido al automóvil.
El documento está fechado el 17 de mayo y señala que el pedido de registro de la patente proviene del gigante de internet estadounidense.
“El adhesivo pega el peatón al vehículo para que el peatón permanezca unido al vehículo hasta que se detenga, y que no sea impulsado por el vehículo por lo cual también evitaría un segundo impacto del peatón contra la ruta o contra cualquier otro objeto”, señala.
Según los argumentos de Google, un segundo golpe sobre el pavimento o contra otros objetos les produce aún más lesiones a los peatones atropellados.
Los vehículos autónomos podrían comenzar a circular en las vías comunes dentro de 5 años, señaló a inicios de mayo Sergio Marchionne, director del fabricante italiano de automóviles Fiat Chrysler (FCA).
La central de Google, Alphabet, anunció a inicios de este mes que le había hecho un pedido a Fiat de unas cien minivans especialmente adaptadas para ampliar su flota de vehículos de ensayo de su proyecto de coche autónomo, Google Car.
Google comenzó a probar la tecnología de conducción autónoma en 2009 con un Toyota Prius. Hoy cuenta con 70 vehículos de diversas marcas, entre ellos su propio coche presentado en 2014.