La cena entre las cuñadas Cristina Kirchner y Alicia Kirchner se desarrollaba con normalidad, aunque algo temprano para los estándares argentinos: la ex presidenta había decidido que el encuentro fuera a las 20.30, para que su cuñada pudiera verla a Helena, la beba de 18 meses de Florencia Kirchner, despierta.
Además de la ex presidente y la gobernadora, sólo habían otras tres mujeres en la residencia. “Éramos cinco mujeres solas: Alicia, yo que estaba comiendo con ella, las tres mujeres que trabajan acá y mi nieta de 18 meses. Ni siquiera había policías en la puerta. No había nada, porque nunca nadie espera que la violencia se apodere como se apoderó anoche de grupos muy organizados”.
Eran las 21.15 cuando lo que había empezado como una manifestación frente a la casa se transformó en una violenta arremetida contra la propiedad. “Seguían cada vez más violentos cuando comenzaron a tirar piedras”, contó Kirchner, y agregó que “también intentaron ingresar”.
La ex mandataria trató, primero, de poner a resguardo a su nieta. Luego, las mujeres debieron improvisar una trinchera, mientras escuchaban cómo del otro lado intentaban forzar la puerta. “Quisieron entrar violentamente. Esto es lo que pudimos armar frente a la puerta”, sostuvo Kirchner ante una pila de sillones que pusieron para evitar el ingreso de la multitud. “El living está patas para arriba porque tuvimos que usar los sillones y la mesa para armar una barricada”, añadió.
“Tiraron excremento”, dijo Kirchner mientras mostraba los daños que causaron a la propiedad, y exhibió piedras que habrían sido arrojadas por los manifestantes durante la madrugada. Una de esas piedras rompió una ventana de una sala de estar: “Imaginate si mi nieta hubiera estado acá mirando televisión”.
“Imaginate si esto hubiera sucedido en la Quinta de Olivos, con gente queriendo entrar al chalet principal”, dijo la ex mandataria, y sostuvo que se trató de “un ataque planificado y organizado por hombres de Cambiemos en la provincia”. “Organizaron y planificaron un asalto y un ataque a la casa de la Gobernadora”, sentenció, antes de agregar que “esto fue organizado con el visto bueno del Gobierno nacional, que no es ajeno a esto, sino que es parte de la campaña”.
Kirchner consideró “increíble que estas cosas sucedan”: “Yo me imagino si esto hubiese sucedido a cualquier gobierno que no fuera peronista o kirchnerista… Si esto hubiera sucedido en la Quinta de Olivos, si hubieran saltado el cerco de Olivos… Obviamente estaríamos con titulares de intento de golpe de Estado”.
La ex mandataria relató además que entre los destrozos ocurridos en la vivienda, rompieron una cabina de gas, por lo que temieron “volar por los aires”.
También reflejó el miedo que vivió por su nieta Helena, de 18 meses, presente en la casa al momento del ataque. “Me dio mucha pena mi nieta. Tuve temor por ella”, dijo. Y se preguntó: ¿Qué hubiera pasado si los que rompieron la puerta hubieran entrado? Mi nieta es una nena de 18 meses. No sé si será K en el futuro o si será peronista, pero no tiene absolutamente nada que ver”.