La mujer, de unos 37 años, apareció ayer en el hospital buscando a sus hijos. Ella no lo sabía, pero los cinco hermanos ya estaban siendo trasladados en una ambulancia a una casa de abrigo en la zona de Quilmes. Visiblemente alterada, dijo que se había ido a trabajar como “trapito” a Capital y que había perdido el tren para volver.
En una entrevista con Arriba Argentinos, la directora de Niñez y Adolescencia bonaerense, Pilar Molina, confirmó que hubo una primera entrevista con la madre pero que “va a ser un proceso en el que se va a trabajar por un tiempo”. Explicó además que si bien “que vuelvan con la familia es una opción y siempre va a ser la prioridad”, el foco está puesto en garantizar los derechos de los menores.
Está claro que los cinco hermanos son víctimas en esta historia. Pero detrás del abandono, el organismo tiene en cuenta la situación de riesgo de la madre. La mujer no tiene padres, fue criada en un reformatorio. Tuvo 12 hijos en total, de los cuales dos murieron. Además, fue víctima de violencia de género por parte de una de sus exparejas y es adicta a las drogas.
La intención es “tratar, de a poco, de construir una solución para que los chicos vuelvan con ella o con algún otro familiar”, explicó Molina pero remarcó que “además de entender su historia hay que escuchar también a los chicos”. “Nuestra prioridad es devolverle al chico de 10 años, como hermano mayor, su espacio como niño. Que él pueda ser un chico”, sostuvo.