Las pruebas son tan contundentes como aberrantes, al punto que algunas oficiales de Policía no pudieron contener el llanto a ver fotos del depravado con la pequeña de 11 años. Se trata de imágenes de explícito contenido sexual halladas en el teléfono celular que usaba la madre de la víctima, principal cómplice del sujeto que abusaba de la criatura.
Por el hecho, están detenidos los progenitores, acusados de vender a su hija por dinero y mercadería que le entregaba un sexagenario a cambio de mantener relaciones sexuales con la niña. También en poder del pedófilo habrían hallado material incriminatorio.
La denuncia fue radicada por una hermana mayor de la víctima. Los padres fueron identificados como Irene B. (54) y Beato L. (55), domiciliados en colonia Tapui, municipio de Campo Ramón.
El tercer acusado, Ramón R. (67), es un empleado de la Municipalidad de Oberá que cumplía tareas en el complejo turístico Salto Berrondo y residía sobre ruta provincial 103, cerca de su lugar de trabajo.
Los citados están detenidos en diferentes comisarías de Oberá acusados de los delitos de facilitación y promoción a la corrupción de menores, corrupción de menores y amenazas.
La causa se tramite en el Juzgado de Instrucción Dos y en los próximos días la pequeña declarará en Cámara Gesell, tras lo cual quedaría sellado el futuro penal de los imputados.
Por el momento, la madre de la nena y el empleado municipal serían los más comprometidos, ya que la primera actuaba como entregadora y el segundo abusaba de ella. En tanto, el padre tendría algunas limitaciones intelectuales que dificultarían su comprensión de los hechos, aunque estaba al tanto de lo que pasaba.
“La principal culpable es mi mamá, y mi papá hacía lo que ella decía porque le tenía amenazado que lo iba a dejar. Él le quiere demasiado a ella”, graficó una de las hijas mayores del matrimonio implicado.
Inocencia perdida
La joven contó detalles que erizan la piel por lo siniestro y retorcido, al punto que confirmó que sospecha que su madre entregaba a su hermanita para agradar al sexagenario con el cual habría mantenido una relación sentimental.
“Ella (su mamá) hasta le entregó su tarjeta de débito al tipo ese (Ramón R.), porque parece que hace mucho salía con él. Después ella le ofreció o él le pidió las criaturas y le daba plata y mercadería. El año pasado, otra hermanita, que ahora tiene 17, pasó por lo mismo pero se escapó y ahora tiene su marido”, detalló.
Confirmó que en el celular de su madre hay fotos muy comprometedoras y la declaración de la niña los condena.
Contó que la criatura “no quiere saber nada de mamá, le tiene mucho miedo por las cosas que le hacía hacer. Aparte le tenía amenazada. De papá sí, porque él no se metía. Pero igual es culpable porque no hizo nada. Ahora que se arregle”.
Precisó que la pareja tiene ocho hijos en común y hasta el momento ninguno los visitó en sus lugares de detención ni piensan hacerlo, como tampoco los asistirán con la contratación de abogados.
Desde que sus progenitores fueron apresados, la nena de 11 años quedó al cuidado de una hermana mayor que tiene varios hijos pequeños. Al mismo tiempo inició sesiones con una psicóloga de Salud Pública y deberá someterse a un tratamiento ginecológico.
“Este año ni empezó la escuela porque prácticamente vivía con el viejo (Ramón R.), pero la psicóloga nos dijo que esperemos un tiempo para anotarle. Ella juega con los otros chicos, pero de a ratos queda triste y no quiere hablar con nadie”, lamentó.
La familia es de condición humilde, de escasa instrucción y reside en la zona rural de Campo Ramón. Los padres poseen una chacra pero desde hace años “no plantaban ni una rama de mandioca. Para ellos era más fácil vender a las hijas”, graficó indignada.
La denuncia
Si bien la detención de los progenitores y del empleado municipal se concretó hace diez días, familiares de la víctima confirmaron que el 15 de septiembre del año pasado una de las hermanas denunció los hechos ante la comisaría de Campo Ramón.
Llamativamente, dicha denuncia no habría sido notificada a la Justicia de Instrucción en tiempo y forma, por lo que persistió el abuso. De comprobarse tal situación, los responsables serían pasibles del delito de incumplimiento de los deberes del funcionario público y encubrimiento.
Al respecto, un familiar directo de la nena confirmó que “un oficial de la comisaría es pariente de mi papá y parece que frenó la denuncia. En su momento nos dijeron que el juez estaba de vacaciones, que por eso demoraba”.
Pero la situación se hizo insostenible con la enfermedad de C. (19), otra de las hermanas, quien se halla en terapia intensiva en el hospital Samic. Tampoco se descarta que su mal sea una secuela de abusos padecidos en el pasado. La joven tiene tres hijas, de 5 a 2 años, y vivía con sus padres en la chacra de colonia Tapui.
En ese contexto salió a la luz que L. (11) pasaba los fines de semana en la casa del sexagenario, en inmediaciones al Salto Berrondo de Oberá.
También contaron que el año pasado otra hermana, F. (17), logró escapar de las garras del pedófilo y volvió a la chacra, donde formó pareja y espera su primer hijo.
La chica también habría sido entregada por sus propios padres al mismo sujeto de 67 años, quien buscaba a las menores de la casa paterna. Para compensar la fuga de la chica de 17, enseguida la madre le entregó a la chiquita de 11.
En la cuenta de Facebook aún activa del empleado municipal existen fotos de las dos menores. También se observa un comentario de un hijo del sujeto, quien le recrimina por su conducta, a lo que una hija responde: “Vos envidioso de papá, dejalo, es feliz a su manera jaja”.
Las amenazas
Si bien en un primer momento se temió que la niña de 11 años estuviera embarazada, los estudios descartaron esa versión, aunque presentaba una infección urinaria.
En tanto, en los últimos días la familia de la niña vivió con temor por posibles represalias por parte de allegados al empleado municipal detenido como también de los hijos de una primera relación que tuvo la madre de la nena.
Asimismo, confirmó que confrontó a su madre y ésta la amenazó de muerte, antes de ser detenida.
“Yo me enteré y le enfrenté a mí mamá, pero ella me dijo que no me meta porque ellos le dieron permiso para que sea la mujer del viejo. Aparte, dijo que si le denunciaba me iba a matar a mí y a mis hermanas”, aseguró.