“Manifestamos nuestra disconformidad con el programa económico”, argumentaron los miembros del triunvirato que conduce la CGT
La conducción de la CGT finalmente anunció un paro general en todo el país, sin movilización, para el lunes 25 de junio, en rechazo “al programa económico del Gobierno”.
“Luego del debate la conclusión es que los datos económicos y de empleo, los datos que tienen que ver con todo lo que afecta a los sectores más vulnerables se van afectando y cada vez son más alarmantes”, señaló Héctor Daer, acompañado por Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.
Por eso, afirmó: “Lo que hemos decidido es declarar el día 25 un paro de actividades por 24 horas sin movilización”.
Desde Trabajo aseguran que los funcionarios “estaban listos” para recibir a los sindicalistas, que tenían anunciado arriba con una comitiva diezmada, respecto de la anterior reunión en Casa Rosada de la semana pasada.
Según informó Ámbito Financiero, por el Ejecutivo iban a ir el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Jorge Triaca, recién regresado de Ginebra, donde participó de la cumbre de la OIT.
En tanto, por la parte gremial ya se habían anunciado tres faltazos: Carlos Frigerio y Jorge Sola, alineados con Hugo Moyano, y el ferroviario Omar Maturano. La ausencia del líder de La Fraternidad despertó todo tipo de suspicacias: ¿Los trenes adhieren al paro camionero? Todavía no se sabe.
Antes de la suspensión y luego de una renunión de gabiente con Mauricio Macri a la cabeza, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dialogó con la prensa acreditada en la Rosada, sobre las expectativas de este segundo cónclave para evitar el tercer paro contra la administración de Cambiemos. “Es muy valioso que tengamos ámbitos para definir en forma concreta los proyectos, temas, inquietudes, para poner en primer lugar las condiciones para los trabajadores: que sean mejores, con mejores condiciones de remuneración. Es todo lo que venimos discutiendo”, sostuvo Peña, sin saber de la cancelación.
Según había trascendido, los sindicalistas tenían previsto insitir en sus cinco pedidos concretos, pero además tenían planeado avanzar en la discusión de otros dos puntos: frenar las importaciones y proyeteger a las pyumes. Para no adherir al paro, la cúpula cegetista ya pidió reabrir las paritarias, recibir fondos adeudados de las obras sociales, eximir el medio aguinaldo de junio del pago de Ganancias, retirar el proyecto de ley de reforma laboral y frenar los despidos con una norma.
Con la intención de desactivar la medida de fuerza, a la que hoy mismo se suman las dos CTA y decenas de gremios enrolados en la Corriente Federal, el Gobierno ya ofreció hasta $ 6.000 millones para las obras sociales y oficializó por decreto un aumento de 5% en todas las paritarias que cerraron por 15%. La última carta que se iba a jugar el Gobierno era quitar Ganancias del aguinaldo, pero el costo fiscal de esa medida habría echo replantearse la oferta.
Además, desde las usinas oficialistas deslizaron que en la Casa Rosada no descartaban “limar” el texto de la reforma laboral, quitando los cambios en las indemnizaciones. Sobre los despidos dijeron que estarían estudiando la viabilidad de sacar una resolución que “recomiende” el congelamiento de las plantillas. Todo esto quedó en stand by, con el diálogo entre las parte cortado.