La Sala II de la Cámara Federal decidió abrir a prueba el incidente de recusación contra Casanello y la semana próxima ordenará una serie de medidas para comprobar si Báez dijo la verdad cuando contó que vio al juez en la quinta de Olivos la segunda quincena de septiembre de 2015.
Ayer el detenido Lázaro Baez dijo que ese día, no recordaba si un martes o miércoles fue a Olivos acompañado de Daniel Álvarez , ex secretario de Néstor Kirchner y que trabaja para Cristina. Recordó que al llegar a una antesala del despacho de la ex mandataria vio a Casanello y a Eduardo “Wado” de Pedro, el entonces secretario General de la Presidencia, junto con otras personas.
Lázaro dijo que todos sus datos y los de Álvarez fueron registrados al ingresar a Olivos por personal de la Casa Militar, y que fueron recibidos por un histórico secretario de Cristina Kirchner, y además dio un dato que deberá chequear la Cámara, que el mozo del turno tarde de la quinta le sirvió café a él y a Casanello.
Ahora la Cámara deberá determinar si esa información es cierta o no antes de resolver si lo aparta o no del caso de lavado de dinero.
Ayer el fiscal ante la Cámara Diego Velasco presentó un pedido para que el caso se abra a prueba justamente por los dichos de Báez.
Se espera que los dos secretarios y el mozo sean citados a declarar como testigos. En cambio, la situación de De Pedro es distinta porque como funcionario podría incurrir en una autoincriminación por no haber denunciado el hecho, según explicaron las fuentes. Ayer en un comunicado, Wado de Pedro negó esa supuesta reunión.
La Cámara pedirá además los registros de la Casa Militar porque allí debe constar el ingreso de Báez y Álvarez. Ambos fueron en un Volkswagen Passat del ex secretario de Kirchner, según dijo el empresario. También debería estar asentado el ingreso de Casanello y de Pedro. Determinar la ubicación de las antenas de los celulares sería otra de las medidas a tomar.
Ayer, Casanello en una conferencia de prensa volvió a desmentir la supuesta reunión con la ex presidente. “Nunca conocí Olivos y no tengo relación con de Pedro. Es una novela inventada. Báez está preso, procesado y con un embargo millonario . Me extrañaría que hable bien de mi”, aseguró.
Por su parte, la ex presidenta también aseguró que “nunca hubo ´reuniones secretas´ durante mi gestión con miembros del Poder Judicial, ni en la residencia de Olivos, ni en ninguna otra parte”.