La pandemia no solo trajo consecuencias con miles de enfermos, sistemas de salud colapsados, fallecidos y estragos económicos, sino que también provocó trastornos en la cotidianeidad de las personas y en su salud mental.
Se estima que el trastorno depresivo mayor y los trastornos de ansiedad han aumentado en América Latina y el Caribe en un promedio de 35% y 32% respectivamente por la pandemia. Así lo informó Renato Oliveira e Souza, jefe de Salud Mental y Uso de Sustancias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al portal Infobae.
En base a diferentes estudios que se han realizado en la región, el doctor Oliveira e Souza señaló que “la pandemia está teniendo un impacto perjudicial en la salud mental de la población general. Las altas tasas de angustia psicológica, ansiedad y depresión son las manifestaciones más frecuentes reportadas”. También expresó que hubo “aumentos repentinos en la violencia doméstica y el uso de sustancias, que son ambos factores de riesgo para problemas de salud mental”. Esos factores se han reportado desde el inicio de la pandemia.
El impacto sobre la salud mental afectó más a algunos grupos de la población. “Se han documentado tasas más altas de síntomas de salud mental en trabajadores de salud y de primera línea, personas más jóvenes, personas con afecciones de salud mental preexistentes, personas diagnosticadas con COVID-19, minorías raciales y étnicas y aquellos de menor estatus económico y niveles educativos”, comentó el funcionario.