“En principio quería declarar, pero después estuvimos hablando, reflexionó y dijo que no iba a hacerlo. El juez le manifestó que lo puede hacer en cualquier momento”, contó la abogada Fernanda Herrera al salir de los tribunales de Comodoro Py.
La defensora de José López aclaró que en “ningún momento” ella sugirió que el ex funcionario “no era imputable o estaba loco”. “Solo manifesté la situación en la que se encontraba su salud”, alegó.
Según contó, el ex secretario de Obras Públicas de Néstor y Cristina Kirchner, está “agobiado y con un estrés muy alto”. Además, tiene problemas de hipertensión.
La abogada reveló que su defendido tiene golpes en la frente como producto de los cabezazos que dio contra la pared con el casco que tenía puesto.
Lo que Fernanda Herrera no pudo aclarar fue si José López había pedido cocaína, como hicieron trascender algunas fuentes judiciales. “Lo desconozco. Le dije que quería saber si consumía drogas o sentía un estado de abstinencia, pero no me respondió”, explicó, primero en diálogo con Radio Nacional y después en conferencia de prensa con el resto de los medios.
Detalló además que ni siquiera pudo tener un encuentro a solas con su defendido. Tal era su estado de alteración que los efectivos del Servicio Penitenciario tuvieron que quedarse dentro de la habitación mientras hablaba con él.
En esos breves minutos, José López respondió pocas de sus preguntas, pero le entregó un escrito para que ella lea cuando esté sola. “Todavía no tuve tiempo de verlo”, aclaró a los periodistas.
Si finalmente José López se decide a declarar, la gran pregunta es si apuntará contra ex funcionarios o incluso contra los propios Néstor y Cristina Kirchner. Su abogada dejó abierta la duda: “Yo se lo pregunté, pero no me contestó”.
López pasará la noche en el penal de Ezeiza, una cárcel que está empezando a volverse conocida para el kirchnerismo. En ella están ya Ricardo Jaime y Lázaro Báez.