Mientras se sigue discutiendo y debatiendo la llegada al 82 por ciento móvil reclamado históricamente por los jubilados y pensionados argentinos, los precios de la canasta básica para la tercera edad suben a pasos agigantados, provocando que el incremento otorgado en marzo pasado se diluya frente a la inflación.
La Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo del especialista en gerontología, Eugenio Semino, difundió los datos de la última medición de productos de la canasta básica para los abuelos.
El resultado es alarmante para un sector tan vulnerable: en abril de este año, los jubilados necesitan 11.031,22 pesos mensualmente para cubrir sus necesidades básicas. En noviembre pasado, la cifra era 8.611, 94 pesos, con lo cual se produjo un 28% de incremento entre una medición y la otra.
Frente a esas cifras, hay jubilados y pensionados que cobran por debajo de los 5.000 pesos ($4.959 es el mínimo establecido por el Gobierno), es decir, menos de la mitad de lo que en realidad necesitan para vivir.