El detenido ex secretario de Obras Públicas de la Nación José López irá a juicio oral y público por el enriquecimiento ilícito de los casi nueve millones de dólares con los que fue detenido porque su procesamiento quedó firme.
La defensa de López desistió de la apelación que había hecho para que la Cámara Federal revise el procesamiento que le dictó el juez Daniel Rafecas. Con el retiro de la apelación, el procesamiento del ex funcionario quedó firme y así la próxima etapa es el envío a juicio oral.
Hoy estaba prevista la audiencia en la Sala II de la Cámara para tratar el procesamiento de López pero los abogados Diego Sánchez y Fernando García presentaron el viernes pasado –el mismo día que el ex funcionario declaró por segunda vez y dijo que los millones pertenecían “a la política”– un escrito en la Sala II de la Cámara en el que retiraron la apelación.
El documento lleva la firma de López y los letrados explicaron que el ex funcionario quiere ir rápido a juicio oral para aclarar en esa instancia su situación, informaron a Infobae fuentes judiciales.
Pero el envío de López a un tribunal oral no será inmediato. Todavía el juez Rafecas debe resolver su situación y la de otros imputados sobre el enriquecimiento ilícito que le imputa por de su casa de Tigre. Al tratarse del mismo delito los hechos no pueden separarse.
Pero López ya se aseguró un lugar para ser juzgado por el delito de enriquecimiento ilícito, que tiene una pena de dos a seis años de prisión, porque la acusación por los bolsos quedó confirmada.
El ex secretario de Obras Públicas será el segundo funcionario kirchnerista en ser juzgado por ese delito. El primero fue un ex compañero del Ministerio de Planificación Federal: el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, preso en la cárcel de Ezeiza como López, fue enviado a juicio a mediados de junio por el juez Sebastián Casanello.
López fue detenido la madrugada del 14 de junio pasado en un convento de General Rodríguez con bolsos y valijas que contenían 8.982.047 dólares, 153.610 euros, 159.114 pesos y dos relojes marca Rolex modelos Oyster Perpetual y Spid Master Automatic, además de una carabina.
Desde entonces está preso y el fiscal Federico Delgado y el juez Rafecas lo acusaron del delito de enriquecimiento ilícito. López se presentó en indagatoria el 16 de junio y se negó a declarar y dos semanas después el magistrado lo procesó. La defensa de López apeló pero ahora desistió y la acusación quedó firme.
Pero la investigación contra López continúo y fue acusado de que su casa en Dique Luján, en la localidad de Tigre, también forma parte de su enriquecimiento ya que la valuación de 680 mil dólares no puede justificarla con sus ingresos.
Rafecas volvió a citar a López para que declare por su casa pero también a su esposa, María Amalia Díaz, a los empresarios Eduardo Gutiérrez y Andrés Galera –presuntos dueños de la vivienda y testaferros del ex funcionario– y la hermana Inés, una de las religiosas del convento que en las imágenes de una cámara de seguridad del lugar se ve cómo ayuda a López a ingresar los bolsos con los millones.
“Lo que voy a decir por ahora con respecto a ese dinero, es que ese dinero no me pertenecía, ese dinero pertenecía a la política”, declaró López el viernes pasado pero no dio más detalles sobre la pertenencia de los los nueve millones de dólares a la política. Dijo que lo iba a hacer cuando tenga “fortaleza física, psicológica y espiritual necesaria”.
Sí contó que el dinero lo tenía escondido en un piso falso de su vivienda debajo de un tanque de agua. El juez Rafecas realizó hoy una inspección ocular en la casa y encontró el lugar que describió López.
Por: Martín Angulo
