Tenía 24 años y soñaba con un lugar destacado en las pasarelas. Pero se había recibido de técnica en gestión ambiental en Posadas. Joanna Birriel era argentina y adoraba bailar música árabe. Desde su círculo familiar la describieron como “la mejor persona”, “la más adorable del mundo”. Desde la agencia de modelos de Mónica Hein –para la cual trabajaba– la recordaron como “una persona excelente, muy querida por todos en el ambiente”.
Joanna viajó a Guatemala en 2011 con su novio quien trabajaba como bailarín de boliches mientras que ella lo hacía como modelo y promotora. La pareja no funcionó y ella regresó a la Argentina para terminar sus estudios y finalmente recibirse de Técnica en Gestión Ambiental en 2014.
Durante esa primera estadía en el país centroamericano, Birriel participó de varias producciones fotográficas para medios gráficos. En un desfile que hizo junto a otras chicas en una prisión, conoció a Byron Lima, ex capitán del ejército guatemalteco, condenado por el homicidio de un obispo, y más conocido como “Rey de las Cárceles”.
“Joanna entabló una buena relación con Byron, quien se ofreció a ayudarla para que pudiera desarrollarse laboralmente en el país. Ella confió en la persona incorrecta“, indicó un amigo de la víctima.
La buena relación con Byron Lima –con promesas de crecimiento para ella– quedó en un impasse cuando regresó a la Argentina. Años después, Joanna decidió volver a Guatemala y comenzó a contactar a los conocidos que le quedaron de su primera estadía. Habló con algunas de sus ex compañeras de pasarela para ver posibilidades de trabajo.
“Me dijo que cualquier cosa que supiera, que por favor le avisara“, dijo una amiga de ella en un medio guatamalteco. Esta joven tenía una excelente relación con su madre. Es que Joanna visitaba a Byron Lima en la cárcel una vez por mes bajo las promesas que éste le hacía y con la creencia de que era la única persona que se preocupaba por ella y su desarrollo profesional.
Según trascendió, el prisionero le había ofrecido abrir una empresa con modelos argentinos y que la joven fuera quien la manejara. “Ella decía que Byron era una de las únicas personas que le tendió una mano y que la ayudó cuando lo necesitaba y que nunca tuvo otras intenciones con ella y que era muy respetuoso”, confesó un amigo de la modelo.
Pese a la distancia, Joanna y el detenido siguieron en contacto por Whatsapp. Cuando ella volvió a Guatemala, lo primero que hizo fue ir a visitar a preso, ignorando los consejos de su amigo. “No vayas a la cárcel”, le advirtió hasta el día anterior a la tragedia en que presos atacaron y mataron a balazos a la joven y otras 12 personas incluyendo al “Rey de la cárcel”.
El Ministro de Gobernación, Francisco Rivas, dijo en conferencia de prensa que la modelo iba al menos una vez por mes a la cárcel a visitar a Byron Lima. Al respecto, Luis Alberto Lima, hermano del preso asesinado, confirmó que Birriel trabajaba para una empresa que ellos tenían, que se dedicaba a la construcción de parques biosaludables. Según explicó, la joven y su actual novio –agrónomo–, eran asesores y se encargaban de revisar la calidad de los parques.
“Joanna entabló una buena relación con Byron, quien se ofreció a ayudarla para que pudiera desarrollarse laboralmente en el país. Ella confió en la persona incorrecta”, lamentó el amigo de la joven.