A casi tres meses de la asunción del presidente Mauricio Macri, Jaime Durán Barba opinó sobre el futuro político de la ex presidenta Cristina Kirchner y del ala más dura de su espacio. “De encabezar la revolución mundial formando un eje con inmaduros militares del Caribe y ayatolás, ahora el cristinismo reduce su epopeya a disputar unas oficinas en el Congreso“, expresó. Y remató:“Dijimos en 2009 que Cristina era muy poderosa y volvería. Hoy los datos dicen que está destinada al recuerdo”.
Es que, para el ecuatoriano, mientras que el 70 por ciento de los argentinos son optimistas respecto del futuro, la ex jefa de Estado “acelera el proceso normal de evaporación de los ex mandatarios insistiendo en lo que fue su debilidad: la prepotencia y el maltrato a sus seguidores“.
En una columna publicada en diario Perfil, el asesor analizó cómo en varias oportunidades, contra el pronóstico de los analistas políticos, sus estrategias se tradujeron en buenos resultados para su cliente. Es el caso de las elecciones legislativas de 2009, en las que Francisco de Narváez, en alianza con Macri y Felipe Solá, logró derrotar al ex presidente Néstor Kirchner. “Dijeron que nuestra estrategia de ‘desperonizar’ la campaña lo llevaría a la derrota”, recordó.
En esa misma línea, el sociólogo mencionó la reacción que existió en los medios de comunicación cuando le recomendó a Macri que no se presentara como candidato presidencial en 2011, cuando se hubiera enfrentado a una mandataria que, favorecida por la opinión pública, buscaba la reelección. “Si seguía el consejo de los analistas, habría sido el fin de su carrera política”, aseguró.
El cuestionamiento más reciente se dio ante la negativa de Macri a generar un acuerdo con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, en las últimas elecciones. “Fue el ataque más brutal que recibimos. Los que siempre se equivocaron decían que sin esa alianza íbamos a perder las elecciones”, destacó.
Acérrimo defensor de los estudios de opinión pública, Durán Barba señaló que quienes no confiaron en sus estrategias analizaban las distintas situaciones “inspirados en ideologías”. “El vulgar método científico se preocupa por analizar y cuantificar la realidad más allá de las simpatías o antipatías de los investigadores”, finalizó.