Un trabajador italiano recibirá una pensión vitalicia después de que la Justicia reconociera que el tumor que padeció en el oído y por el que perdió el nervio auditivo se originó por el uso continuo del teléfono móvil, informaron este miércoles los medios.
El Tribunal de Ivrea (en el norte del país) condenó al Instituto Nacional para los Accidentes en el Trabajo (INAIL) a resarcir con la pensión vitalicia a Roberto Romeo, de 57 años, quien durante 15 años usó el teléfono durante más de tres horas diarias trabajando en Telecom.
La sentencia, del juez Luca Fadda, se basa en un informe técnico en el que se apunta que el uso del teléfono móvil y sus ondas fueron la causa del neuroma acústico que sufrió el trabajador.
Los abogados del trabajador, Renato Ambrosio y Stefano Bertone, aseguraron en su portal de internet que esta es “la primera y única sentencia en el mundo que, ya en primera instancia, reconoce el nexo entre el uso del teléfono celular y el neuroma”.
Fue en 2009 cuando el Tribunal de Apelación de Brescia (norte) emitió la primera sentencia del mundo -pero en segunda instancia- reconociendo este tipo de vínculo, y fue confirmada tres años después por el Supremo italiano.
Desde el portal neurinomi.info, los letrados pretenden concienciar sobre el uso prolongado de los dispositivos móviles así como convertirse en un punto de referencia para todas aquellas personas que achaquen su enfermedad a esta causa.
Advierten además que, “en base a numerosos estudios científicos, el teléfono móvil puede causar cáncer y otras patologías en el ser humano” y, por ello, la primera medida de precaución pasa directamente por optando por el teléfono fijo, con cable.
En caso de utilizar el teléfono móvil, recomiendan llamar con auriculares “para reducir el efecto de las ondas electromagnéticas sobre la cabeza”, limitar “drásticamente” la duración de las llamadas o no dormir junto a un dispositivo encendido o en carga.
Por su parte, Romeo dijo que no quería demonizar los celulares aunque, expresó, “creo que tenemos que estar más cocientes sobre cómo los usamos”.
“Yo no tuve otra elección que usar mi celular para hablar con los colegas y organizar el trabajo -durante 15 años llamaba todo el tiempo, desde casa, en el auto”, dijo.
“Comencé con la sensación que mi oído derecho estaba continuamente tapado y el tumor fue diagnosticado en 2010. Por suerte era benigno, pero no puedo escuchar nada porque tuvieron que remover mi nervio acústico”, explicó el hombre.
Un experto médico estimó el daño para Romeo en el 23 por ciento de sus funciones corporales, llevando al juez a reconocerle una indemnización de 500 euros al mes.
Por otro lado, los estudios científicos sobre los riesgos de salud vinculados al uso de celular en mayoría concluyen que, con un normal nivel de utilizo, los aparatos no provocan daños severos.
El uso intensivo puede tener más riesgos, según otros estudios, aunque muchos expertos afirman que es demasiado pronto para tener una evidencia y datos confiables debido a que se trata de una tecnología relativamente joven.