La lujosa vida del último lustro de la pareja camporista que comandó Fabricaciones Militares quedó bajo la lupa judicial luego de que el fiscal Guillermo Marijuan decidiera avanzar con una investigación por los gastos que incluyeron viajes a Francia, China y hasta los servicios de un perro.
En marzo, Telenoche había contado la vida de película que vivieron Santiago Rodríguez y Bárbara Grané. Él comandaba el organismo y ella era la tercera en la línea de jerarquía de la empresa estatal por estar al frente de área de Recursos Humanos.
Los caprichos de Grané y su “séquito” iban desde el salmón en las comidas, choferes a disposición y viajes al exterior, entre otros. Uno de los casos más extremos fue la película que “la emperatriz” (como la llamaban en el organismo a la joven sin título universitario) quiso hacer sobre el creador de Fabricaciones Militares, Manuel Savio. Para “inspirarse” viajó… a Cannes. Y pagó la vuelta en primera clase, en efectivo y en euros.
La denuncia de Marijuan es por “defraudación al Estado”. Al exinterventor lo responsabilizan también por duplicar la planta de personal desde que asumió: de 603 empleados llevó el número a 1151. Como si con esto no alcanzara, el área que dirigía su esposa contrató 40 empleados más.
LA OBSESIÓN POR EL RELATO PROPIO
Otro de los gastos bajo la lupa tienen que ver con la mini productora audiovisual que crearon Grané y Rodríguez. Para ello compraron todo tipo de equipamiento (licitación nº 7/2015) por 1.073.658 pesos. La compra incluía cámaras, una lente ojo de pez, flash de cámara, un sistema inalámbrico de audio para entrevistas, micrófono de cámara, un micrófono dinámico de voz, un drone para filmaciones y fotografías aéreas. Por este último se pagó 88.550 pesos.
Según reveló Telenoche, todo ello se utilizó para filmar un spot que requirió hasta el alquiler de un perro. Esto fue confirmado por el dueño de “Zoo Films”, Walter, que se dedica al alquiler de animales para publicidades. Fue contactado telefónicamente por Fabricaciones Militares, y desde el organismo señalaron que se trataba de una publicidad sobre unos radares nuevos que se encontraban en la base aérea de Morón. El precio pactado fue de 6.000 pesos por dos días de rodaje, cinco días de adiestramiento del perro y el traslado hasta Morón.
La música era clave para que el relato tuviera la tónica deseada por “la emperatriz”. Para algunos spot se usó el tema “Porque yo te amo”, de Sandro, y se pagaron 88.100 pesos por los derechos de dicha obra. Por el tema “Radar”, de Drago Alem y Schaff Heber, se pagó 22.900 pesos.
A todo esto se suman los 876.000 dólares en viajes al Festival de cine de Cannes, y otros destinos variados: China, Ecuador, Perú, Bolivia y Río de Janeiro, uno de los más repetidos y justamente al que iba el matrimonio con y sin comitiva.