La ciudad japonesa de Tokio cuenta desde hoy con una sala de juegos de realidad virtual, inaugurada por la compañía de videojuegos Bandai Namco, en la que se muestra el potencial que ofrece esta tecnología a través de seis juegos.
Bajo el nombre “VR ZONE Project i Can”, el local de unos 545 metros cuadrados cuenta con 17 máquinas en las que los visitantes pueden ponerse a los mandos de un robot gigante o sentir la adrenalina que genera verse suspendido a 200 metros de altura.
La realidad virtual “es una nueva forma de entretenimiento” que permite “sentir los elementos”, explicó un portavoz de Bandai Namco durante la presentación del establecimiento, que permanecerá abierto al público desde el próximo 15 hasta mediados de octubre, cuando la compañía Sony tiene previsto lanzar su casco de realidad virtual PlayStation VR, informó EFE.
La empresa está entre las más de 230 compañías que trabajan en futuros videojuegos para este sistema de Sony y a través del local busca recabar información sobre la respuesta de los clientes de cara a definir su estrategia en este prometedor terreno.
A través de los seis títulos disponibles en el local, la compañía presenta a los jugadores diversos escenarios con los que quiere “invitar a la gente a experimentar actividades que no pueden hacer en su vida cotidiana”, como pilotar un robot en el juego “Argyle Shift”.
Juegos como “Ski Rodeo”, “Real Drive” o “Train Meister” -en los que uno puede esquiar a toda velocidad, participar en el circuito de Fórmula 1 de Suzuka o ser el maquinista de un tren de la línea Yamanote de la capital nipona- explotan la faceta de simulador de la tecnología y dan una idea de hacia dónde se dirigirá el sector.
“Hay mucha gente aficionada, por ejemplo a los trenes, que aprovecha las jornadas de puertas abiertas para subir a la cabina del maquinista y que sueña con poder conducir uno. Con esta tecnología es posible”, explicó un operario de la compañía.
Otros como “Fear of Heights Show” permiten experimentar el subidón de adrenalina que se siente al verse suspendido a 200 metros de altura sobre un tablón de madera para rescatar a un gato, siempre con la protección adecuada, “porque el cerebro juega malas pasadas”.
Los visitantes que se acerquen al centro comercial Diver City de la isla de Odaiba, en la bahía de Tokio, donde se encuentra el establecimiento, también podrán sentir una enorme angustia con “Escape Ward Omega”.
En este título de terror, el jugador, solo o acompañado por otras personas, habrá de escapar de un hospital abandonado en el que en cada esquina acecha un nuevo horror, aunque sin poder levantarse de una silla de ruedas y enfundado únicamente con un linterna.