En medio de una historia de espías y traiciones, el fiscal federal Ramiro Gonzalez imputó a su jefa, la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, por haber filtrado informes del fiscal José María Campagnoli al ex número dos de la SIDE K Paco Larcher de la causa por el confuso secuestro de Severo Caballero en Avellaneda. Gonzalez también pidió al juez federal Rodolfo Canicoba Corral que cite al ex director general de Operaciones de la SIDE Antonio Stiuso a ampliar su declaración testimonial sobre ese episodio que había contado en el testimonio que brindó en la causa por la muerte violenta del fiscal de la AMIA Alberto Nisman. Esta nueva imputación complica la situación judicial y política de Gils Carbó quien tiene unas diez causas penales abiertas de un total de 24 que acumuló desde que juró como jefa de todos los fiscales nacionales en agosto del 2012 y se convirtió en una aliada de las estrategias judiciales de Cristina Kirchner. Además, de fundar la agrupación K “Justicia Legítima” Gils Carbó impulsó un controvertido juicio político contra Campagnoli en el 2013 por haber sido el primer fiscal en investigar a Lázaro Báez y la ruta del dinero K.
Gonzalez hizo un requerimiento de instrucción por una denuncia del mismo Campagnoli basada en un artículo de este periodista de Clarín publicado el 23 de septiembre que reveló en exclusiva el testimonio completo de Stiuso ante la jueza Palmaghini por el caso Nisman. Allí Stiuso dijo bajo juramento de decir verdad que en el 2012 Gils Carbó “manipuló” a Campagnoli para que pidiera su indagatoria como sospechoso en el caso del extraño secuestro del dirigente ferroviario K Severo Caballero en Avellaneda. Incluso, el ex poderoso espía afirmó que Gils Carbó le “dio copias de lo actuado” a Larcher y luego, preocupada, le mandó a decir a través de Nisman que no quería tener “ningún inconveniente” con él.
En el 2012, el ferroviario K Caballero fue secuestrado mientras cientos de efectivos de la Gendarmería Nacional y la Prefectura realizaban un inédito paro en reclamo de la mala liquidación de sus sueldos. Recién asumida, Gils Carbó encomendó la investigación del secuestro a Campagnoli. Días después el fiscal de Saavedra y su equipo de investigaciones complejas descubrió que decenas de teléfonos de agentes de la SIDE se habían activado en la zona del secuestro, entre otras pruebas, y pidió la indagatoria de Stiuso. Campagnoli sospechaba que el secuestro de Caballero -quien 24 horas después fue liberado sano y salvo- había sido un invento para tapar la rebelión de esas dos fuerzas de seguridad y sacarla de la tapa de los diarios. Por eso, ante la jueza Palmaghini Stiuso dijo que Gils Carbó “manipuló” a Campagnoli. Fuentes judiciales revelaron a Clarín que Stiuso había mandado a decir informalmente en el 2012 a la Justicia que que el “invento” del secuestro habría sido realizado por otro sector de la SIDE (entonces se llamaba SI y hoy es Agencia Federal de Inteligencia, AFI).
En su denuncia, Campagnoli recordó que tomó el caso por “expresa instrucción” de Gils Carbó ante el juez del fuero penal ordinario porteño, Manuel Gorostiaga, quien luego se declaró incompetente por haber sido el secuestro en jurisdicción de Avellaneda, medida que fue confirmada por la sala IV de la cámara de apelaciones de ese fuero integrada por Julio Lucine, Mario Filozof y Ricardo Pinto.
Antes de que le sacaran la causa, Campagnoli imputó, en el 2012, “a miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y agentes de la Secretaría de Inteligencia (entre ellos Antonio Stiuso)” y que esta medida fue puesta “en conocimiento de la Sra. Procuradora General el viernes 5, jueves 11, jueves 18 y miércoles 24 del mes de octubre y los días martes 6 y miércoles 7 de noviembre de aquél año de conformidad con los recaudos del artículo 30° de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal vigente en aquel momento (n° 24.946)”. En otras palabras, un subordinado había puesto en conocimiento de su jefa que estaba investigando a la SIDE y a la policía bonaerense y que su vida y su integridad física podían correr peligro.
“Esto último fue realizado tanto en forma personal con mi equipo de trabajo en reuniones que tuvieron lugar en la sede de la Procuración General de la Nación de la calle Guido 1577 de esta Ciudad de Buenos Aires, ocasiones en las que se entregaron copias de los dictámenes presentados a la Dra. Gils Carbó y a sus colaboradores, como así también mediante el envío de fotocopias de la causa, de lo cual se dejó debida constancia en el sumario”, reseñó Campagnoli en su denuncia. En fuentes judiciales se afirmó que Gils Carbó en esa última reunión habría regañado a Campagnoli al despedirlo: “No me cuidaste con la SIDE”.
“La pesquisa en aquel entonces se encontraba en un incipiente estado por lo cual aún se debían profundizar las averiguaciones para verificar si las más altas autoridades de la S.I. habían estado involucradas en el episodio ventilado”, subrayó en alusión a que el pase de la causa a la justicia provincia terminó frenado esa línea investigativa, por entonces, políticamente explosiva.
Ahora ante el requerimiento de instrucción de Gonzalez, el juez Canicoba pidió a su colega Julián Ercolini, una copia certificada del testimonio de Stiuso en la causa por la muerte violenta de Nisman y aún debe decidir si acepta el resto de las medidas de prueba pedidas por el fiscal federal.
Daniel Santoro