El obispo emérito de San Isidro Jorge Casaretto dijo que “el objetivo de la pobreza cero tiene que traducirse en acciones concretas”, y no ser solamente “una cosa declarativa”.
“Se habla hoy de pobreza cero. Esto no puede ser una cosa declarativa. Tenemos que volcarlo en acciones prácticas concretas”, señaló.
En ese marco, cuestionó que la pobreza cero “a veces se declara, pero no terminamos de ponernos de acuerdo entre todos para ver cómo enfrentarla”.
“Tiene que ser una realidad. Debemos ver cómo encontramos el camino a través del consenso. En 2010, los obispos dijimos que la hipoteca social más fuerte de la Argentina es la pobreza. Hoy ronda el 30% y no dejamos de salir de ella”, destacó.
Caseretto planteó que “los gremios tienen una misión importante: defender a los trabajadores. Pero deben entender que en este momento los trabajadores ya no son los pobres”. “Todo el que tenga un trabajo en blanco no es pobre. Entre todos tenemos que pensar en los que tienen empleo en negro y en ese 30% que está afuera, que está excluido y no tiene representatividad”, manifestó.
En una entrevista publicada en el diario La Nación, Casaretto tambien afirmó que “la excesiva ideología produce enfrentamiento y división” y abogó por “cerrar” esa brecha. “Todavía el pasado tiene demasiado peso. La reconciliación sigue siendo una deuda. Y no me refiero sólo a lo que pasó hace 40 años, sino a lo que se llama «la grieta». Esa brecha hay que cerrarla, a través del entendimiento y el consenso”, expresó.
En ese sentido, consideró que aún “no hay actitudes de mayor diálogo, mayor entendimiento o búsqueda de consensos. Pero tenemos que seguir trabajando en esa línea”.
“Tiene que haber voluntad de terminar con los enfrentamientos y buscar puntos en común”, enfatizó.
Consultado sobre los casos de corrupción y de especulación financiera que se están investigandossu, aseguró que “es fundamental que la Justicia actúe con autonomía y el Poder Ejecutivo no la condicione”.
“El papa Francisco, cuando se dirige a los gobernantes, a los empresarios y a los movimientos populares, les recuerda siempre que la primacía de lo financiero en el mundo ha sido perjudicial. Es importante que los empresarios sean cada vez más serios. En la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) se están planteando firmar un compromiso para que los valores éticos primen en sus acciones personales y empresarias”, concluyó