Los operativos de la Cruz Roja en las islas Malvinas para identificar los restos de los 123 soldados argentinos caídos en la guerra concluyeron con un dato imprevisto: había 121 cuerpos, dos menos de lo que se estimaba.
Además, el organismo adelantó ayer que la notificación a los parientes -que comenzará a fin de año y estará a cargo del Gobierno- podrá demorar “meses” por el alto impacto emocional del proceso.
Es probable que una parte de las familias que brindaron sus muestras de ADN para cotejarlas con las de los restos reciban como resultado de los estudios que su familiar no estaba entre los cuerpos que yace en el cementerio de Darwin desde principios de 1983.
“Encontramos 121 tumbas que contenían un cuerpo. Hemos recibido reportes de todos lados que decían que había 123, pero cuando comenzamos las exhumaciones en junio contamos menos. ¿Qué pasó? Francamente no lo sé”, dijo ayer Laurent Corbaz, el jefe de la misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que viajó a las islas.
Hace tres meses, antes de comenzar el proceso de exhumaciones, el suizo había dicho que podía haber más de un cuerpo en cada tumba, pero finalmente esa hipótesis se descartó. “Debajo de una cruz había un cuerpo. No hubo inconsistencias”, señaló.
A mediados de agosto finalizaron los trabajos de exhumación y sepultura en las islas. La misión humanitaria comenzó ahora la segunda etapa, que se centra en el análisis de las muestras de ADN tomadas de los restos para cotejarlas con las de las familias.
Este proceso tiene lugar en Córdoba -ya se analizó la mitad, con resultados positivos- y culminará a fin de año con la elaboración de informes individuales y confidenciales, que serán entregados por el Gobierno a cada familia.
Aunque hay optimismo en cuanto a poder vincular la mayor cantidad de muestras con las de las familias, Corbaz admitió que será muy difícil alcanzar un resultado positivo del 100% y que el proceso llevará un tiempo largo.
“Será una tarea complicada porque es muy emocional. No se puede juntarlas a todas en un lugar y decir «usted sí, usted no». Sería inhumano”, subrayó.
En forma paralela a los trabajos del comité, todavía está en curso la campaña para ubicar a los familiares que todavía no brindaron sus muestras de ADN, ya sea porque viven en zonas con poca comunicación o porque no especificaron su voluntad de participar del operativo. La tarea está a cargo del Ministerio de Justicia, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, y ya se hizo contacto con “un centenar” de familias.
Corbaz también se refirió al escándalo que generó la difusión de fotografías del cementerio de Darwin en pleno proceso de exhumaciones. Según aclaró, se pudo identificar a quien tomó las imágenes gracias al sistema de seguridad con cámaras que se instaló en los alrededores del predio.
El nombre de esa persona -que se mantuvo en secreto- ya fue entregado a los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido.
“Fue lamentable y dañino para las familias, pero no influyó en nuestro trabajo”, aclaró.