Ideas simples para cuidar el planeta y ahorrar

No es necesario hacer grandes modificaciones ni gastar dinero en reformas para llevar una vida más amigable con el medioambiente

Charly Karamanian creo la casa más sustentable de Latinoamérica y ahora enseña cómo hacerlo en bioecos, una escuela de capacitación on line. En diálogo, compartió 100 ideas ingeniosas para menguar nuestros consumos, ahorrar agua y energía, cuidar el aire y conservar los recursos naturales:

Cuidado del agua

Únicamente el 1% del agua dulce es de fácil acceso y representa sólo el 0,025% del agua total del planeta. Cada día mueren alrededor de cuatro mil niños a raíz de enfermedades provocadas por la falta de agua potable.
Consejo: Evitar derrochar el agua y tomar conciencia de la huella hídrica de los productos que se consumen.

01. Cuando te bañas, tomá duchas cortas. Una ducha de 5 minutos consume 30 litros de agua vs. un baño de inmersión que consume 300 litros.

02. No dejes las canillas goteando. Una canilla que gotea desperdicia entre 100 y 500 litros de agua al mes.

03. Cerrá la canilla cuando te cepillás los dientes. Ahorrarás entre 4 y 10 litros de agua cada vez.

04. Cerrá la canilla mientras te afeitás. Para limpiar la maquinita usá un vaso con agua o ponele el tapón al lavado y llenalo con una cantidad moderada de agua.

05. Utilizando cabezales de ducha de bajo consumo, canillas monocomando y reductores de caudal (aireadores) en los grifos ahorrás hasta un 50% del consumo de agua.

06. Reutilizá las toallas la mayor cantidad de veces posible. Cuando terminás de usarla, extendela al aire libre y preferentemente al sol, para que se seque y evitar el olor a humedad. Ponela a lavar sólo cuando realmente sea necesario.

07. Reducí el agua desechada por el inodoro. En una obra nueva instalá inodoros con mecanismos de doble descarga (3 y 6 lts.). Si no tenés doble descarga, un truco casero es colocar una botella de plástico llena de agua dentro del depósito del inodoro. De esta forma ahorrás el equivalente a la capacidad de la botella cada vez que se presiona el botón del inodoro, generando un ahorro de más de 1.000 lts. al año.

08. No uses el inodoro como basurero, colocá una papelera en el baño. Ahorrarás de seis a doce litros cada vez.
09. En obra nueva, colocá cañerías eficientes del tipo termofusión. Evita la perdida de agua y calor.
10. Un sistema de recupero de aguas grises permite captar el agua utilizada en bañaderas y lavados, pudiendo recuperar hasta un 50% del consumo diario de agua. Luego podés reutilizar la misma para riego del jardín, limpieza, mochila de los inodoros y cualquier otro uso que no requiera de agua potable.

11. Si vivís en una casa sin red cloacal, en lugar de una cámara séptica, podés colocar un tanque biodigestor. Podrás tratar localmente el agua y reutilizarla para regar de manera subterránea el cerco del jardín sin contaminar las napas.

12. Si lavás los platos a mano, mantené la canilla cerrada mientras los enjabonás.

13. Al contrario de lo que muchos creen, el lavavajillas ahorra agua y energía. Lavar a mano con agua caliente puede resultar hasta un 60% más caro que hacerlo con un lavaplatos moderno a plena carga. Si necesitás enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas, utilizá agua fría.

14. Si necesitás lavar los platos cuando el lavavajillas está a media carga, usá los programas cortos, económicos o de baja temperatura.

15. Si vas a comprar un lavavajillas, fijate que sea de bajo consumo de agua y electricidad. Elegí aquellos con etiqueta de eficiencia energética clase A.

16. Reutilizá el aceite de la cocina usando un filtro de café. Cuando tengas que tirarlo juntalo en una botella y llevalo a un punto de reciclado. El mismo puede reutilizarse para la producción de biocombustibles, jabones, abono orgánico, lubricante o para la creación de velas, pinturas o barnices. Nunca tires el aceite usado por la bacha de la cocina. Un litro de aceite contamina mil litros de agua. Si no podés llevar el aceite a un punto de reciclado, colocalo en una botella de plástico y tiralo a la basura.

17. Evitá tomar agua embotellada. La extracción y trasporte de la misma desde la fuente de origen hasta tu hogar genera una huella de carbono muy importante. Usá filtros de carbón activado o de osmosis inversa y llevá tu botellita o contenedor reutilizable con vos.

18. No fumes, cuidá tu salud. Si fumás no tires el cigarrillo a la calle o en el inodoro.

19. Elegí alimentos orgánicos, son producidos evitando el uso de agroquímicos.

20. Usá elementos de limpieza amigables con el medio ambiente. Elegí los más simples, cuyos componentes se obtengan de manera local o bajo esquemas de comercio justo. Por ejemplo los jabones de glicerina son muy buenos para la piel y el medio ambiente, y su materia prima principal es un producto secundario de la industrialización de la soja, cultivo muy abundante en nuestro país.

21. Si vas a comprar un lavarropas, fijate que sea de bajo consumo eléctrico y de agua. Elegí aquellos con etiqueta de eficiencia energética clase A.

22. Utilizá al máximo la capacidad de tu lavarropas. Reducirás el consumo de agua, detergente y energía. Además, alargarás la vida del electrodoméstico.

23. Para reducir la necesidad de riego utilizá variedades de pasto acordes a tu clima.

24. Regá de noche o al amanecer. Si regás al mediodía el 30% del agua que usás se evapora y además las hojas mojadas se queman con el sol.

25. Colocá un sensor de lluvia para evitar el derroche de agua y anegamiento del jardín.

26. Utilizá riego por goteo o por aspersión.

27. Evitá el uso de fertilizantes químicos y desmalezadores. No sólo contaminan el agua sino que tienen consecuencias negativas para la salud. Como fertilizante utilizá tu propio compost. Para desmalezar utilizá una mezcla de vinagre y agua.

28. Salvo que seas un clavadista profesional, optá por una piscina de profundidad no mayor a 1,70 mts. De esta manera estarás ahorrando agua, productos de limpieza y energía para filtrar y climatizar la misma.

29. Mantené el agua de la piscina limpia durante todo el año. Reducirás el consumo de agua y energía.

30. Recuperá el agua de lluvia y utilizala para regar el jardín y la huerta. Además de ahorrar agua potable, el agua de lluvia contiene altas concentraciones de nitrógeno que permiten un mejor desarrollo de las plantas. Podés implementar un sistema integral de recolección de aguas, interconectando las bajadas pluviales a tanques plásticos modulares enterrados en el jardín o vos mismo podés armar un sistema casero utilizando un tanque de 200 litros en los que vienen los materiales que comunmente se utilizan en las obras. Deberás colocar el mismo sobre ladrillos, a un lado de la bajada pluvial, instalar una derivación para llevar el agua de lluvia sobre el tanque en cuestión. En la parte superior colocá un tejido de mosquitero para separar hojas y evitar la reproducción de los mosquitos. Finalmente en la parte inferior colocá una canilla y conectá una manguera para regar el jardín.

31. Al lavar el auto usá balde y esponja. Preferentemente usá aguas de lluvia o aguas grises recuperadas. Nunca dejes la manguera abierta.

Ahorro de la energía
Fuego

La energía más limpia es la que no se consume. El 86% de la energía que se utiliza en la Argentina proviene del gas y del petróleo, fuentes altamente contaminantes, generadoras de CO2 y otros gases de efecto invernadero.
Consejo: ¡Cuidala!

32. Apagá las luces que no utilizás.

33. Usá lámparas de bajo consumo. Consumen la quinta parte de la energía de una incandescente.

34. Si podés, usá lámparas LED. Consumen la décima parte de una lámpara incandescente y duran hasta 500 veces más.

35. Desenchufá los artefactos que no estés usando. El 8% de la electricidad de tu hogar es consumida por aparatos en stand by. Esto es lo que se conoce como consumo vampiro. Para evitar el desgaste de los tomas podés utilizar una zapatilla con interruptor.

36. Puntualmente, apagá la computadora por la noche, no la dejes encendida ni en hibernación.

37. Borrá los mails innecesarios, ahorrás tiempo y energía.

38. No dejes tu celular cargando toda la noche. Con sólo algunas horas es suficiente.

39. Si tenés aire acondicionado colocá el termostato en 24 grados. Por cada grado que disminuyas la temperatura, estarás consumiendo entre un 5% y un 8% más de energía.

40. En verano para refrescar tu casa, abrí las ventanas temprano por la mañana y por las noches cuando baja la temperatura. Aprovechá la sombra de los árboles, aleros y toldos.

41. Pintá los techos y muros exteriores de colores claros para reducir la temperatura de los ambientes.

42. En invierno colocá el termostato en 20 grados. Si sentís frío, es preferible abrigarse un poco a subir la temperatura. Gran parte de las enfermedades respiratorias son provocadas por los cambios bruscos de temperatura.

43. En invierno es muy importante ventilar la casa en los horarios de mayor temperatura para renovar el aire y secar la humedad. Una casa muy húmeda es más difícil de calefaccionar.

44. Comprá electrodomésticos con etiqueta de eficiencia energética clase A.

45. Evitá el uso del secarropas. Secá la ropa al sol.

46. Imprimí sólo lo indispensable. Una impresora láser es uno de los artefactos de mayor consumo de la casa.

47. Abrí la heladera lo menos posible, regulá el termostato a una temperatura intermedia y distribuí los alimentos de manera homogénea.

48. Descongelá los alimentos con anticipación, pasándolos del freezer a la heladera. De esta manera ahorrás energía ya que los mismos aportan frío al resto de los alimentos demorando el arranque del motor.

49. Calentá sólo la cantidad de agua que vas a utilizar. Si hervís verduras, aprovecha el agua caliente como base para sopas, cocinar pastas, cereales, etc.

50. Proponete utilizar las escaleras una vez por semana, evitar el uso del ascensor ahorra energía y el ejercicio te hace bien.

51. Bajando el brillo de la pantalla del televisor reducís el consumo entre un 30% y 50%. El preseteado suele ser mucho más fuerte de lo necesario.

52. Si ponés en remojo la ropa sucia antes de meterla en el lavarropas, evitás tener que lavar con agua caliente y ahorrás jabón y energía.

53. Usá el vapor del baño para planchar camisas o vestidos. Sólo es necesario colgar los mismos en una percha mientras nos duchamos.

54. Cociná usando olla a presión. Ahorrás tiempo y energía.

55. No precalientes el horno a menos que sea necesario, sólo encendé el horno después de poner el plato en el mismo.

56. Aprovechá el calor residual del horno y las planchas. Apagalo unos minutos antes de terminar la cocción.

57. Aprovechá el calor del horno para cocinar varias comidas simultáneamente.

Cuidado del aire

Aire

La actividad humana es una de las principales fuentes de generación de gases de efecto invernadero y causa del cambio climático.
Consejo: Tomá conciencia de la huella de carbono de los productos que consumís. Cuidá el aire que respirás.

58. Plantá un árbol. Purifican el aire, combaten el calentamiento global, evitan la erosión y desertificación de los suelos, protegen la biodiversidad y cuidan el agua.

59. Tratá de comer menos carne. Según el estudio de la FAO – Naciones Unidas del año 2006, la industria de la carne genera el 18% del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, superando incluso al transporte, que en total representa el 13% de las emisiones. Podés reemplazarla por proteínas de origen vegetal que son mucho más beneficiosas para la salud y sus cultivos menos nocivos para el medio ambiente, como por ejemplo el poroto aduki, las lentejas, etc. Reducir el consumo de carne nos obliga a conocer una gran variedad de alimentos de los más diversos colores y sabores, que no sólo son beneficios para nuestra salud sino para nuestro planeta y también para nuestro bolsillo.

60. Tratá de no usar productos en aerosol. Si los usás fijate que la etiqueta del producto diga “Sin CFC, no daña la capa de ozono”.

61. Tratá de usar el auto lo menos posible. Siempre que puedas optá por el transporte público.

62. Usá bicicleta, patines o caminá. Tu cuerpo y el ambiente te lo agradecerán.

63. Si vas en auto, no vayas solo. Compartí el viaje. Armá un pool con otros vecinos.

64. La combi es una excelente opción de movilidad sustentable. Aprovechá tu tiempo mientras viajas. Hoy existen servicios con Wifi sin cargo.

65. Si tenés auto, acelerá y frená sólo lo necesario. Optá por un estilo de manejo seguro, responsable y ecológico. Mantené una distancia de frenado segura y anticipá tus maniobras. Hacé rendir el combustible la mayor cantidad de kilómetros posible.

66. Realizá los services periódicamente. Al cambiar los filtros se reduce el consumo de combustible y las emisiones de CO2.

67. Mantené los neumáticos bien inflados. Genera menor resistencia al rodado y aumenta el diámetro de las cubiertas logrando mayor rendimiento del combustible.

68. Al comprar un automóvil prestá atención en el tamaño del motor y en el consumo promedio por kilómetro. En el mercado ya hay disponible un modelo híbrido y muy pronto comenzaremos a ver autos eléctricos. Es probable que de aquí a 10 o 20 años vos o tus hijos conduzcan un auto eléctrico. Si estás construyendo, pedile a tu electricista que en el garaje deje previsto un toma de 20 amperes para poder cargar un auto eléctrico en el futuro.

69. En verano, cuando circulás a bajas velocidades y siempre que las condiciones de seguridad lo permitan, abrí las ventanillas. El aire acondicionado genera un consumo adicional de combustible de aproximadamente 10%. A velocidades mayores a 85 km/h cerrá las ventanillas y usá el aire acondicionado, ya que la resistencia del viento que ingresa por las ventanillas genera un incremento en el consumo del orden del 20%.

70. En climas fríos, es preferible encender el auto y circular los primeros metros a bajas revoluciones a encenderlo antes para que caliente. Así disminuirás el consumo de combustible y reducirás las emisiones de CO2.

Conservación de los recursos naturales

Tierra

Actualmente el ser humano consume 1,5 veces los recursos naturales que el planeta puede proveernos cada año. Estamos viviendo como si tuviésemos otro lugar a donde irnos.
Consejo: Cada peso que gastás es un voto para crear el tipo de mundo que querés. Comprá sólo lo que realmente necesitás. Incorporá las 3R en tu vida: Reducí, Reutilizá y Reciclá. ¡Pensá en verde!

71. Separá tus residuos. De esta manera contribuís al reciclado de los mismos y reducís la extracción de recursos naturales. Podés empezar con secos y húmedos. Busca tu punto de reciclaje más cercano.

72. Si tenés lugar, compostá los residuos orgánicos. Usá los restos de frutas y verduras para fertilizar y enriquecer la tierra de tu balcón o jardín.

73. Los envases de vidrio retornables son preferibles a los de plástico, ya que después de ser lavados, se vuelven a utilizar muchas veces.

74. Antes de tirar algo que no uses y esté en buen estado, regalalo o vendelo en un sitio online de subastas.

75. Solicitá tus notificaciones, resúmenes y estados bancarios por Internet, así reducís el correo postal innecesario y evitás la tala de cientos de árboles para la fabricación del papel.

76. Usá la guía telefónica en Internet, pedí que no te envíen la guía de papel.

77. Tratá de no usar servilletas y pañuelos descartables. Usá los de tela y lavalos sólo cuando sea necesario. Usá filtros de café reutilizables.

78. No arrojes basura en la vía pública. Tirala en su cesto correspondiente. Si no tenés uno cerca, guardala en el bolsillo hasta que encuentres uno. En el auto llevá una bolsita reutilizable.

79. Evitá usar vajilla, cubiertos y cotillón descartable. En caso que sea inevitable, colocá con marcador el nombre de los invitados en cada vajilla para que a lo largo de la reunión utilicen los mismos elementos y no nuevos.

80. Utilizá fósforos en lugar de encendedores, de esta manera podrán descomponerse más fácilmente. Si usás magiclick fijate que sea recargable.

81. Priorizá el contenido antes que el envoltorio. Elegí los productos que usen sólo el embalaje necesario para garantizar la calidad y seguridad de lo que comprás. Preferí aquellos que utilizan envoltorios de papel o cartón con certificación FSC (Forest Stewardship Council). Significa que el uso del árbol como materia prima no genera desertificación ni reducción de bosques nativos.

82. Elegí electrodomésticos y juguetes de calidad. Antes de comprar acordate del refrán “Lo barato sale caro”. Tené en cuenta la vida útil de los productos para generar la menor cantidad de chatarra posible.
83. Para envolver los regalos, usá papel reciclado, revistas o papel de diario.

84. Arreglá las cosas que se rompen, si se pueden reparar no las tires.

85. No tires comida. Planificá un menú semanal y andá al súper con una lista. Comprá sólo lo que necesitás. La mitad de la comida producida en el mundo se desecha.

86. En el plato, tratá de servir porciones adecuadas. Cada año se tiran 2.000 millones de toneladas de alimentos.

87. Cuando vas al supermercado llevá el changuito de compras o tus propias bolsas reutilizables.

88. En tu casa usá sólo bolsas de residuos biodegradables.

89. Consumí fruta y verdura de estación. Además de ser más baratas, suelen ser cultivadas localmente, a diferencia de las de contrastación, que son importadas y tienen una mayor huella de carbono.

90. Comprá productos en envases familiares o a granel. Elegí aquellos productos con repuesto económico para rellenar los envases que tenés en casa.

91. Imprimí sólo si es absolutamente necesario y hacelo imprimiendo en ambas caras. Ahorrás 50% de papel!.

92. Utilizá papel reciclado o con certificación FSC.

93. Para ahorrar tinta, usá fuentes tipográficas ecológicas. Ahorrás hasta un 50% de tinta.

94. Juntá las pilas usadas en una botella y llevalas a un centro de reciclado. Asegurate que no terminen en un relleno sanitario.

95. Una pila de mercurio contamina 600.000 litros de agua. Nunca las tires junto con tu basura doméstica.

96. No compres electrónicos que utilizan pilas tipo botón. Son muy contaminantes y difíciles de reciclar.

97. Usá pilas recargables. Cada una reemplaza cerca de 500 de las convencionales.

98. Si vas a colocar un hogar o salamandra en tu casa, elegí una que sea cerrada y con cámara de doble combustión. Usá únicamente leña proveniente de bosques de cultivo, ecoleña o pellets (residuos prensados de remolacha, caña de azúcar, maíz, jatropha, camelina y residuos de actividades agrícolas, forestales, ganaderas, urbanas).

99. Reciclá la ropa muy vieja o rota, cortala en rectángulos y usala como trapo para la limpieza de la casa.

Y por ultimo, el 100. Educá con el ejemplo. Contale a tu familia y amigos qué es lo que estás haciendo para cuidar el medio ambiente.

Por Muriel Balbi