Aburrimiento, ese mal que acosa a todo ser humano alguna vez. Sin embargo, la paleta de actividades para hacerle frente a este flagelo es infinita: de acuerdo a los intereses de cada persona, las opciones van del arte al esparcimiento, pasando por la gastronomía.
1 – Mirar series y películas: la pantalla ofrece numerosos títulos para disfrutar. Acción, romance, drama o comedia pueden cambiar el día de cualquier aburrido.
2 – Dibujar: la creatividad no entiende de más o menos talento. Entregarse a esta disciplina, con la libertad de hacer algo simplemente por placer, es una gran elección.
3 – Aprender algo nuevo: el aprendizaje presenta nuevos mundos y un abanico de posibilidades. Cualquiera sea la elección del saber a adquirir, el saldo siempre será positivo.
4 – Ir a un museo: en la Ciudad de Buenos Aires la oferta de museos es valiosa y abundante. El Bellas Artes, el de Arte Moderno, el de Arte Decorativo y el MALBA (Arte Latinoamericano) son sólo algunos de los destacados. Sin embargo, cada localidad del país tiene su casa de arte dispuesta a mostrar las particularidades de la ciudad. Un punto importante: los estatales, son de entrada gratis.
5 – Sacar fotos: no hace falta ser un profesional para disfrutar de retratar a amigos, desconocidos, paisajes o demás. En cualquier ciudad puede descubrirse un escenario ideal para hacer el clic.
6 – Ir al teatro: disfrutar de una buena obra no se compara con nada. Ya sea en los teatros tradicionales o en los populares o municipales, la cartelera brinda siempre calidad y cantidad de piezas.
7 – Escribir: el género que sea, en el formato que sea. En papel, en un blog, en una red social… Cuando la imaginación se pone en marcha, nada puede detenerla.
8 – Pasar tiempo con afectos: familia o amigos son centrales en la vida de todas las personas. Aprovechar cada minuto disponible con ellos no sólo es un aliado indiscutible contra el aburrimiento sino la mejor inversión de tiempo disponible.
9 – Cocinar: cuando lo gastronómico se hace por placer y no por obligación ni rutina, el goce es otro. Animarse con nuevos platos, debutar con la repostería y, por qué no, con la coctelería es una gran opción.
10 – Ir al cine: la pantalla grande ofrece una magia que no se compara con ver una película en casa. Siempre que se pueda acceder, es uno de los planes que no debería faltar.
11 – Leer: el placer de la lectura ayuda también a instruirnos, conocer autores, mejorar la ortografía y trasladarnos a sitios que quizás jamás visitemos físicamente.
12 – Ver videos y fotos viejas: la nostalgia y sus accesorios. Las imágenes del pasado siempre otorgan horas de entretenimiento.
13 – Comer algo rico: dulce o salado, a gusto del comensal. Nadie puede negar que sentarse con tranquilidad a saborear algún plato favorito es uno de los mayores placeres de la vida.
14 – Escuchar música: nutrir la cabeza y el alma de sonidos agradables ayuda a despejar cualquier mal.
15 – Bailar: movimiento, diversión y ejercicio físico. Un combo imbatible.
16 – Planear un viaje: para un futuro cercano o lejano, teniendo en cuenta las posibilidades de cada uno. Explorar el lugar a través de Internet, buscar alojamiento, descubrir qué lugares visitar o qué restaurantes se destacan hará que nada bueno se pierda durante el paseo.
17 – Hablar por teléfono: son muchas las veces que el tiempo no nos alcanza para llamar a esas personas con quienes queremos charlar. ¿Aburrido? ¡Llamalo!
18 – Ir de compras: si el presupuesto lo permite, un rato de shopping no viene nada mal. Aprovechar liquidaciones, el tip del momento.
19 – Navegar en la Web: si salir no es un plan factible, Internet puede oficiar de escenario para recorrer otros lugares. Lo que el ciberespacio ofrece roza lo infinito.
20 – Dedicarte tiempo a vos: la actividad que más se suspende, debido a las obligaciones diarias. Que el aburrimiento sea anfitrión de esta iniciativa autocomplaciente.
