Pasaron dos años de la muerte de Julio Humberto Grondona y desde ese día la Asociación del Fútbol Argentino se sumió en una crisis profunda. Con una Comisión Normalizadora puesta por la FIFA que decide lo que debe y no pasar en el edificio de la calle Viamonte, Humberto Grondona, uno de los hijos del expresidente de la AFA, defendió la gestión de su padre y pidió que “se saquen la máscara” los dirigentes que quieren manejar el fútbol argentino.
“El fútbol te da poder. Quieren poder cuando hay gente que no hizo el jardín de infantes. Mi viejo fundó un club en 1957… Decime ¿qué dirigente nació en un club o de 10 años en la AFA? Puede haber una excepción. Son todos nuevos. Caen. El fútbol es un trampolín para otra cosa. No mamaron el fútbol de chicos. Algunos ni siquiera tienen calle. Vos ves a los dirigentes de hace un tiempo a esta parte que fracasaron por no ser solidarios y ser ventajeros. Y después están los ex jugadores que quieren ser presidentes y fracasaron. Esto no es Europa o Alemania donde los jugadores pueden ser presidentes”, dijo en una entrevista con La Voz del Interior.
Ante la consulta sobre si Grondona había creado un sistema que él solo podía manejar, Humberto opinó que su padre “fue el equilibrio”. “Sabía que podía pasar. Lo hablábamos. El único poder te lo da Dios. Y éstos creen que el poder se lo daban los clubes. Ahora cualquiera llega y quiere tener el poder. Le pregunté a una persona: ‘¿Para qué querés más plata cagando gente’. Y me respondió: ‘Porque quiero poder’. Finalmente, le dije: ‘Si te tocan el timbre y mañana te vas para arriba, quedás como un cagador’. No piensan. Quieren estar pero no pueden. La gente que aprendió se fue. O perdió la elección de su club”, expresó.
Pese a eso, Humberto Grondona cree que la AFA tiene arreglo, aunque aclara: “Si Pérez se levanta, va a la AFA, saluda con un ‘Buenos días’ y todos le responden ‘Buenos días’ en toda la semana, puede haberlo. El día que Pérez diga: ‘Buen día’ y le contesten ‘buenas tardes’, estará al horno. Es una novela. Hasta el de Yupanqui sale y dice que no tiene luz ni gas. Y recién empieza. Espero que Armando no se canse y haya elecciones, rápido. Para que se saquen la máscara”.
Justamente, en su opinión sobre la función de Pérez al frente de la Comisión Normalizadora, Grondona recordó su buena relación con él. “No tiene que olvidarse que mi padre lo ayudó mucho cuando llegó a Belgrano. Algunos se olvidan y desaparecen; otros tienen miedo de decirlo. Yo los vi pasar a todos. Espero que Armando desarrolle en AFA lo de Belgrano. Le va a costar. No es fácil. Hay personas que pueden tomar decisiones y les cae bien a todos. O les cae mal a todo el mundo. Es lo que pasa ahora. Es importante que sea el presidente de esta comisión, pero deja de serlo porque no será presidente de AFA. Pérez quería ser presidente de AFA y ahora será otro. Está muy apoyado por el Gobierno y eso para los dirigentes de fútbol no es bueno. Siempre habrá alguno que diga que no son decisiones de Pérez, sino del que está más arriba. Cosa que nunca pasó. Arriba de mi padre no había nadie. Hay que manejarse con prudencia. Hablar lo menos posible. Y si Pérez tiene un respaldo, como creo que lo tiene, debe decidir cueste lo que cueste”, relató.
“Mi viejo murió hace dos años y nunca nadie decidió nada. Por eso estamos así. Fuimos a los Olímpicos con un muchacho que estaba ahí, que lo puse yo en el fútbol femenino. Que fuimos al torneo sub 20 de L’Alcudia con un cuerpo técnico prestado, ahí donde ganamos siempre con los mejores equipos y a mí me distinguieron con el premio Vicente Del Bosque. Esta gente destruyó todo en dos años. Hay responsables. Hay un ideólogo y un ejecutor sin poder de decisión, que evidentemente no podían. Por eso fueron desapareciendo todos. Esto es una novela de Netflix, de HBO. Te vas vos y aparece cualquiera; luego, otro. Y los que arrancaron esta historia, se van cayendo. Como la Superliga. El único dirigente que la leyó, no la votó. La prensa, los dirigentes hablaban de algo sobre lo que nadie sabía nada”, agregó.
Por último consideró que Pérez no debe asesorarse para elegir al próximo DT de la Selección. “No tiene que consultar a nadie. Quizás preguntar. Pero no, tiene que definir Pérez. Nadie le va a decir. Si me pregunta a mí, le diré con cuidado: ‘Alguien que no esté trabajando’. No le daría nombres, ni se los van a dar. Porque tengo miedo de que después diga: ‘Tal DT no fue porque Grondona me dijo que no’. Quedo pegado. Quizás en una reunión de café, sí; pero, en algo formal, no. Nadie quiere. Que se la juegue, viejo, y que se enojen sus compañeros dirigentes. Por ejemplo, todo esto que se vive en los juveniles… los responsables son ‘Chiqui’ Tapia y Luis Segura, que le hizo caso. Hoy tenemos a Julio Olarticoechea en los Juegos Olímpicos, después del fútbol femenino y del fútbol de la selección de Primera B, por Tapia. Hoy no tenemos selecciones juveniles por Tapia. Igual que hay un cuerpo técnico prestado con la Argentina en L’Alcudia por Tapia. Decidió él y Segura, que quería un cambio. Enrique Merellas, Hugo Toschi, Segura y Tapia. ¿Cambio de qué? Cambio feo. De cambio, no hubo nada”, concluyó.