Lo rotoso –que en clave fashion se conoce como “homeless chic”– está de moda; desde remeras rasgadas o con agujeros hasta jeans con tajos inspirados en el movimiento punk. Justin Bieber fue uno de los primeros que impuso la tendencia; cuando el año pasado fue a cenar con una remera que parecía apolillada de tantos agujeros, su look se convirtió en noticia y llegó a diarios como el Daily Mail y el Mirror.
Claro que este tipo de prendas, que cualquier abuela tildaría de “trapo”, cuesta una fortuna. Los jeans rasgados de “Fear of God”, la marca favorita de las celebrities que elgien llevar este look, se venden a US$ 900 y las remeras rondan los US$ 200.
Pero no se trata de agarrar la tijera y cortar en cualquier lugar, “cada rotura está puesta estratégicamente en un lugar donde queda canchero, por eso si rompes una remera en tu casa no vas a lograr el mismo efecto”, indica Paula Traverso, directora Creativa de De La Ostia.
La marca estuvo en el ojo de la tormenta hace unas semanas por ofrecer este look en su colección primavera-verano. Una usuaria de Twitter subió una foto de una musculosa de lino con la terminación deflecada y escribió “$ 1.690 una blusa en De la Ostia que literalmente es un trapo. Merecen fundirse”; el apoyo de los tuiteros fue contundente: más de 11 mil me gusta y 9 mil retuits, sin mencionar los comentarios.
Pero, según explica Traversa, es más caro hacer una prenda rota que una tradicional, “las roturas y desgastes requieren un proceso extra que se hace una vez que el producto está terminado. Además, no es que si deshilacha ni mucho menos porque tiene una terminación al corte”. Para pasarlo en limpio, se hace el ruedo y es a partir de ahí que la tela continúa.
Para que el look sea trendy y no de mal gusto, los expertos recomiendan balancearlo: las roturas se compensan, van arriba o abajo. Si el jean está roto, la remera debe lucir impecable.
Además, es exclusiva para el público joven; de hecho, muchas mujeres la aprovechan para mostrar el corpiño. Pero también en esta materia hay leyes fashion: el push up está prohibido, se lleva con tops o bralettes. ¿Bra qué? Se trata de un corpiño sin aro ni ningún tipo de relleno, preferentemente de encaje, que cubre hasta la zona media de las costillas.
Una de las maestras en este arte de lucir la ropa interior sin caer en la vulgaridad es Kendall Jenner: la modelo del clan Kardashian suele vestirse con ropa agujereada que combina con bralettes.
Y aunque el “homeless chic” es discutido por muchos que no ven sentido en pagar una fortuna por prendas rotas y raídas, Traverso indica que se trata de una tendencia, “por eso es lógico que no todos la entiendan” y agrega: “Lo que pasa es que nuestras clientas no siguen la moda, imponen la tendencia”. Quizás por eso, su modelo de jean más vendido es el que viene con roturas.