En el debate sobre cuál es el sexo “más fuerte”, inevitablemente surge el tema de la llamada man flu (gripe del hombre). Se trata de una teoría popular que reza que los hombres se enferman -o al menos actúan más enfermos- cuando contraen un virus, mientras que las mujeres lidian a pesar de todo eso con el trabajo, el cuidado de los niños y la vida.
La evidencia científica de ello está lejos de ser concluyente, pero algunas investigaciones han demostrado que las células inmunitarias masculinas y femeninas reaccionan de manera diferente a los virus invasores. Ahora, un estudio reciente en ratones agrega más combustible al fuego y sugiere que el sexo masculino realmente es golpeado más fuertemente por ciertas enfermedades y que la fisiología, no la psicología, puede ser al menos parcialmente culpable.
En el reciente estudio, publicado en la revista Brain, Behavior and Immunity, los ratones machos adultos mostraron más síntomas de enfermedad que las mujeres cuando fueron expuestos a bacterias que causan una afección con síntomas similares a la gripe. Los machos también tuvieron más fluctuaciones en la temperatura corporal, fiebre y signos de inflamación, y tardaron más en recuperarse.
Los estudios realizados en animales de laboratorio no necesariamente se aplican a los seres humanos, por lo que esta investigación no es concluyente tampoco. Pero expertos que investigan la relación entre género e inmunidad dicen que esa evidencia plantea una pregunta científica intrigante para las personas también. Los estudios con células humanas, así como en ratones, muestran que las células inmunitarias masculinas tienen receptores más activos para ciertos patógenos, según explicó Sabra Klein, profesora asociada de microbiología molecular e inmunología en la Escuela Bloomberg de Salud Pública Johns Hopkins.
“No siempre es la presencia del microbio o la presencia del virus lo que nos enferma”, indicó Klein. “Es nuestra respuesta inmune y la investigación demuestra que los hombres tienen una respuesta mayor que convoca a las células al sitio de la infección, lo que contribuye a la sensación general de enfermedad”.
La razón por la cual esto sucede no es comprendida completamente por los científicos, pero una hipótesis sostiene que la testosterona y el estrógeno afectan a estos receptores inmunológicos de diferentes maneras. Los nuevos hallazgos en ratones no apoyaban un vínculo entre las hormonas sexuales y la enfermedad (ya que quitaron los órganos reproductivos de los ratones y todavía vieron diferentes respuestas), pero varios otros estudios sí lo hicieron. Un estudio de Klein sobre células humanas en 2015, por ejemplo, descubrió que los compuestos basados en estrógenos hacían más difícil que un virus de la gripe infectara las muestras.
Otra teoría, presentada en un estudio de 2010 de investigadores de la Universidad de Cambridge, es que los hombres evolucionaron para tener sistemas inmunológicos más débiles y menor inmunidad debido a su tendencia a adoptar comportamientos riesgosos. Todavía otra investigación sugiere que debido a que las mujeres pasan más fácilmente los patógenos a sus hijos, construyeron más defensas naturales contra ellos.
Sin embargo, estas protecciones no se extienden a todos los tipos de enfermedad. En un artículo de 2016 publicado en Nature Reviews Immunology, Klein señaló que mientras los varones muestran una mayor susceptibilidad a ciertas enfermedades (como los cánceres no reproductivos), las mujeres son más susceptibles a otros, como las enfermedades autoinmunes.
En cuanto a lo que se conoce como la “gripe del hombre”, otras cosas pueden desempeñar un papel en el fenómeno también. Los estudios muestran que los hombres son menos propensos a lavarse las manos con regularidad, por ejemplo, y, al menos en los Estados Unidos, son menos propensos a ver a sus médicos regularmente. “Las normas culturales afectan absolutamente nuestros comportamientos”, dijo Klein, “así que es probablemente una combinación de muchos factores diferentes”.