En un principio, el “hombre caca” era más que una herramienta de marketing barato. Akihiko Koseki es desarrollador de juegos móviles, y hace unos años se le ocurrió una idea para un juego llamado Poo Pride (caca orgullosa). No tenía dinero para promocionarlo, y decidió convertirse en una cartelera ambulante para promocionar su juego en forma más barata, y al mismo tiempo más eficaz para aumentar la sensibilización acerca de su juego.
Así que con su sombrero con forma de excremento y su traje de spandex amarillo con el logo de Poo Pride en el pecho, comenzó a caminar las calles como “hombre caca”. Y ha estado haciéndolo los últimos cinco años.
Pero a medida que pasaba el tiempo, hombre caca se convirtió en algo más que una simple mascota del videojuego. Luego que los medios de comunicación japoneses cubrieran su historia, y la gente empezara a reconocerlo en la calle, Akihiko se dio cuenta de que podía usar su peculiar personaje para mejorar la vida de la gente, e hizo hincapié en los trabajadores japoneses.
Se convirtió en un orador motivacional y comenzó a realizar talleres donde enseña a las personas a tomarse las cosas con calma, relajarse y concentrarse en las cosas que realmente importan.
En el sitio de Poo Pride, Akihiro Koseki explica por qué eligió la caca como el tema de su videojuego, y el personaje Poop Man. Afirma que al principio solo pensó que sería divertido, pero mientras seguía pensando en ello, se encontró con un significado más profundo.
“Necesitamos la caca para vivir. La llevamos con nosotros donde quiera que vamos. Pero el momento en que abandona nuestro cuerpo, la desechamos como maloliente, sucia, vulgar, asquerosa”, escribe Koseki. “Pero ¿qué pasaría si pudiéramos aceptar nuestra caca por lo que es? Y ¿qué es exactamente? Yo diría: un impulso necesario para la vida, un elemento esencial para la salud y la felicidad”.
“Acepta lo que venga, incluso las cosas que desearías que no hubieran ocurrido. Equilibra la inspiración de niño con el conocimiento y las habilidades de la vida adulta. Utiliza la sabiduría que resulta de mantener abiertas las alternativas”.
“Las cosas asquerosas tienen valor. Y, creo que la caca es un símbolo apto para las cosas de la vida que son de mal gusto, y sin embargo importantes”, concluye.