La aprobación en el Congreso argentino del pago a los “holdouts” para empezar a escribir el último capítulo en la saga de la deuda en default llegó a las páginas del diario The New York Times, uno de los de mayor tirada de los EEUU.
El emblemático diario neoyorquino expresó que “la resolución fue excelente noticia para un pequeño grupo de inversores con buenos contactos, y una noticia terrible para el resto del mundo, especialmente los países que se enfrentan a sus propias crisis de deuda en el futuro”.
En un artículo firmado por Martín Guzmán y el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, elTimes indica que el litigio que duró más de una década entre Argentina y sus acreedores significó el “más complejo juicio en la historia entre una nación soberana y sus tenedores de bonos”.
La nota argumenta que “esta resolución tendrá un precio alto para el sistema financiero internacional, pues fomenta otros fondos a resistir y hacer a las reestructuraciones de la deuda soberana prácticamente imposibles. ¿Por qué los tenedores de bonos aceptarían una quita si podrían esperar y obtener rendimientos exorbitantes por una pequeña inversión?”.
El Times recuerda que por el fallo emitido por el juez Thomas Griesa en 2012 a favor de los fondos “buitre”, NML Capital podría obtener un retorno total de 1.500% de su inversión inicial debido a los bajos precios que pagó por los títulos públicos argentinos impagos, además de una tasa de “compensación” de interés del 9% bajo la ley de Nueva York determinada por el magistrado de Manhattan.
“ESTA RESOLUCIÓN TENDRÁ UN PRECIO ALTO PARA EL SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL”
El artículo advierte que la mayoría de los países “se sienten intimidados por los acreedores y aceptan lo que se exige, a menudo con consecuencias devastadoras”, pues la mitad de las reestructuraciones de deuda desde 1980 fueron sucedidas por nuevas reestructuraciones en un lapso de cinco años, ante la imposibilidad de incumplir con los pagos, como sucedió en los últimos tiempos con Grecia.
Guzman y Stiglitz, los autores del análisis, proponen que se aplique el concepto de “ley de quiebra” del sector privado a las “quiebras soberanas”, para fijar un marco jurídico internacional a estas situaciones excepcionales que surgen de economías en crisis. “Las Naciones Unidas han tomado la iniciativa para llenar este vacío, y, como demuestra el caso de Argentina, la iniciativa es más importante que nunca”, concluyen.