MÁS, teniendo en cuenta que buena parte de la humanidad, sobre todo niños, vive en condiciones infrahumanas, y muchos de ellos en las calles. Ante este panorama desolador, ¿qué pueden esperar los perros sin hogar, verdad? Pero siempre hay excepciones. Y hoy podemos decir que Holanda es el primer país sin peludos abandonados.
Un logro alcanzado sin el sacrificio de canes abandonados
Pero, ¿qué hizo Holanda para no tener animales callejeros? Lo primero que debemos aclarar es que logró este objetivo sin sacrificios y sin perreras.
Y después aclaremos que nos estamos refiriendo a un país pequeño, con 17 millones de habitantes, con buenas condiciones económicas, con gran calidad de vida y con políticas avanzadas en términos de libertad individual y de cuestiones ambientales.
Y es que si tienes buena parte de tu vida resuelta, no es tan raro pensar que también puedas ocuparte del bienestar animal. Pero no siempre fue así, obviamente, como veremos más adelante.
Te contamos cómo hizo Holanda para convertirse en el primer país que no tiene animales abandonados en sus calles.
Conoce las medidas que tomó Holanda para no tener animales callejeros
Como en otros temas, Holanda también tomó la iniciativa en la protección de los derechos de los animales. Y para ello se llevó a cabo un trabajo conjunto entre las autoridades y las personas. Por ejemplo:
-Se endurecieron leyes. Maltratar a un animal o abandonarlo tiene una multa que supera los 16 mil euros y una condena de cárcel de hasta 3 años.
-Se organizaron campañas educativas y de concienciación, destinadas a señalar que el maltrato hacia los animales es tan grave como el que se puede infligir a las personas.
-Esterilizaciones masivas y gratuitas de mascotas.
-Impuestos altos a la compra de animales de raza, para alentar la adopción de peludos abandonados.
Como verás, la mayoría de estas medidas se vienen tomando en muchos lugares donde el problema del abandono y el maltrato animal sigue sin resolverse. Por eso hacíamos hincapié en que las condiciones de vida que goza Holanda contribuyeron y mucho al éxito de sus políticas sobre el tema.
Holandeses y perros, un poco de historia
Pero que Holanda no tenga animales abandonados, no significa que su historia haya sido siempre feliz en este aspecto. Una investigación llevada adelante por ‘Hondenbescherming’, la Agencia Holandesa de Protección Canina , junto con otras organizaciones, revela cómo fue el camino hasta llegar a este buen presente.
A comienzos del siglo XIX, se estima que en casi todos los hogares holandeses había perros. Las clases altas, como símbolo de estatus, poseían animales de raza como mascotas o para deportes. Los estratos más bajos, por su parte, tenían canes mestizos, que usaban como guardianes y para trabajo.
Y también, por supuesto, había muchos perros en situación de calle, abandonados después de que ya no les resultaban útiles a sus dueños. A medida que la población de perros callejeros fue en aumento, empezó a ser un problema grave la rabia. Esto provocó una gran cantidad de sacrificio de animales abandonados. Y, además, se establecieron normas para el uso de correas y bozales.
Holanda y su largo camino hasta lograr ser un país sin perros en situación de calle
holanda sin perros callejeros
Pero contolados los brotes de rabia, el sacrificio de animales callejeros siguió siendo moneda corriente. Y encima, se tomaron algunas medidas desafortunadas, como crear impuestos a la tenencia de perros. La decisión generó un aumento del número de animales abandonados por aquellos dueños que no podían o no querían pagar ese gravamen.
En 1864 se creó la primera agencia de protección animal. En 1877 se abrió el primer asilo canino. Las primeras penalizaciones por abuso animal, por su parte, datan de 1866. En esas épocas, los perros eran utilizados, sobre todo, para tirar de carretas. Sin embargo, hasta 1962 no logró abolirse totalmente el uso de canes para esta actividad.
Mucha agua bajo el puente pasó desde entonces. A finales del siglo pasado, se logró aprobar una ley de Salud y Bienestar Animal, que se convirtió en un factor fundamental para que hoy Holanda sea un país sin animales callejeros.