Llamás a tus hijos para que vayan a comer y ni se inmutan. Permanecen dominados bajo los efectos del celular. Les hablás y no responden. Están en otro mundo.. el mundo del Whatsaap, del Facebook y demás aplicación.
¿Existe realmente la adicción a las nuevas tecnologías? ¿Dónde está el límite de un uso abusivo y una patología? ¿A qué edad deberían tener celular nuestros hijos? ¿Hay que ponerles un límite de horas? ¿Le regalamos la tablet que nos están pidiendo? Estas son algunas dudas que les surgen a los padres y que, de a poco, la sociedad va intentando responder.
“El problema está en dónde poner el límite”, reconoce el doctor Pedro Bermejo, presidente de la Asociación Española de Neuroeconomía. El uso de redes sociales, por ejemplo, libera neurotransmisores asociados con el placer cerebral, como la dopamina. “El problema es que el cerebro se acostumbra a esa sensación de bienestar y pone en marcha de nuevo el circuito para repetir la acción y obtener el mismo placer”, describe.
¿Cuándo el uso del celular pasa a ser una adicción?
Los expertos coinciden en que las nuevas tecnologías se convierten en adicción cuando interfieren con las actividades de la vida diaria y los adolescentes (ojo que también les pasa a los adultos) dejan de hacer otras cosas necesarias en su vida cotidiana.
Cuando los chicos “piensan en conectarse desde que se levantan, tienen dificultades para dejar de usar el celular y sensación de ansiedad si no pueden mandar mensajes, como una especie de síndrome de abstinencia”, estamos hablando de una dependencia, indica el psicólogo de la Unidad de Prevención de Conductas Adictivas (UPCCA) del Ayuntamiento de Mislata, en España, Enrique Madrid.
“La mayoría de los usos problemáticos se caracterizan porque los chicos pasan muchas horas enganchados, pueden enviar entre 400 y 500 mensajes al día, pero ellos no piensan que eso sea ningún problema porque no hacen daño a nadie”, agrega.
Algunos consejos para los padres:
Todavía los especialistas no se ponen de acuerdo sobre cuál es la edad adecuada para que los chicos tengan su primer celular. Sin embargo, recomiendan que los padres retrasen lo más posible el acceso de los hijos al mismo, para darles tiempo a que su cerebro madure y adquiera más capacidad crítica.
“En cualquier caso tendremos que empezar primero con una libertad guiada y responsable después”, apunta el el doctor Jesús de la Gándara, jefe de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Burgos, en España. Lo mejor es establecer normas que regulen el uso del móvil en casa, “porque muy pocos chicos a estas edades tienen capacidad para autoregularse”, explica Madrid.
Asimismo, señala que en las adicciones comportamentales la dependenciaen se puede generar en 3 o 4 años.
Otro consejo es prohibir el uso del dispositivo mientras se come o se conversa con otra persona. A su vez, recomiendan establecer determinadas “horas de silencio”, en los cuales no se los utilice.