Eduardo Fachal, abogado de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, aseguró que Hebe de Bonafini “va a seguir haciendo su vida normal”, luego de que la Justicia ayer ordenara, por intermedio de la fuerza pública, a que ser presente a declaración indagatoria en la causa por irregularidades en el programa Sueños Compartidos y la declarara “en rebeldía”.
“Ella dice que si quieren que vaya a declarar, que la detengan”, señaló el letrado de la entidad defensora de derechos humanos.
Según manifestó Fachal, Bonafini desconfía del proceso judicial que encabeza el juez federal Marcelo Martínez De Giorgi, ya que los hermanos Sergio y Pablo Schoklender “siguen en libertad” y que quedó comprobado en la investigación, cuando el magistrado precisó el objeto procesal, que la jefa de la fundación Madres de Plaza de Mayo “no tiene absolutamente nada que ver con todos los pagos que no se hicieron de aportes previsionales, ART y de fondos de la construcción”.
“Hay un balance hecho por los contadores que llevó Schoklender, en el que inflaron una cuenta judicial para que no le diera quebranto. Todo esto no lo podían saber mujeres de más de 80 años, y la tesorera de entonces que tenía 98 años”, indicó el representante legal, en diálogo con Luis Novaresio, por radio La Red.
Además, el abogado precisó que “como abogado tengo que hacer cumplir las leyes vigentes” y que, por lo tanto, le recomendó a Hebe de Bonafini a que “fuera y declare” ante el llamado de citación indagatoria. Sin embargo, expresó su respeto a la postura personal de su representada y advirtió: “Resulta contradictorio que el derecho a la defensa, si uno no lo quiere ejercer, que lo detengan. Es un equivalente a no declarar”.
“Hebe tiene una personalidad que yo respeto. Todas las madres tienen una mística muy especial que nosotros nunca hemos querido interrumpir. La asociación ha tenido un funcionamiento muy particular que no lo podemos encuadrar dentro de lo jurídico. A nosotros muchas veces a nos tratan como hijos, y para un hijo resulta a veces difícil convencer a una madre”, concluyó Jachal.
Según declaró ante la prensa, Bonafini viajará hoy a Mar del Plata a un congreso de comunicación. Tras la resistencia ante las autoridades policiales y judiciales, que desplegaron un operativo para forzar su traslado a tribunales mientras se disponía a participar de la habitual ronda de los jueves en torno a la Pirámide de Plaza de Mayo, la orden de detención contra la dirigente quedó en suspenso.
La investigación
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo había sido citada como sospechosa dentro de una lista de 43 imputados sobre el desvío de fondos que debían usarse para la construcción de viviendas sociales a través del programa Sueños Compartidos que tenía la asociación.
La causa data de 2011, y en 2012 estuvieron detenidos los hermanos Sergio y Pablo Schoklender, acusados de lavar dinero que recibían como apoderados y administradores de Madres de parte del Ministerio de Planificación.
Otro aspecto de la investigación es verificar si se concretaron las obras proyectadas y qué pasaba con los pagos a trabajadores, ya que se estableció que había millones de pesos de cargas sociales impagas. La Asociación es querellante en el caso, ya que se considera “defraudada” por los Schoklender. Aun así, su titular fue imputada.
Martínez De Giorgi investiga a Hebe por la firma de algunos convenios con el ministerio de Trabajo por el cual éste otorgaba subsidios de 600 pesos para cada trabajador de los que participaban en las obras, que la asociación se terminaba quedando para sí. Entre las desprolijidades, de acuerdo a la defensa de Bonafini, fue el hallazgo de firmas falsificadas de la presidente de Madres y que fueron presentados en la instrucción de la causa.
El juez descongeló el expediente y firmó una ola de indagatorias cuando José López, el ex secretario de obras públicas, imputado por su papel en la distribución de fondos, quedó detenido luego de la cinematográfica escena en el convento de General Rodríguez con los bolsos con millones de dólares.