Se sabe que los dicursos que da Hebe de Bonafini los jueves durante la ronda de las Madres de Plaza de Mayo en ese lugar son, desde que está Mauricio Macri en el poder, muy críticos. Pero esta tarde, la titular de esa organización fue muy virulenta: llamó a que se tomen hospitales y universidades en la provincia de Buenos Aires por las deficiencias en la atención que hay.
“No hay calefacción en las escelas, no hay comedores en las escuelas, no hay medicamentos en los hospitales, no hay camas, no hay personal para atender, quieren cerrar las universidades progresistas como la nuestra, no quieren que los pobres estudiemos. Quieren que estemos cada vez peor. Son los patrones y nosotros somos los peones”, expresó Bonafini.
Luego, la dirigente de los derechos humanos, fue mucho más violenta: “Que nos vean que estamos, que somos. Tomemos las universidades y los hospitales. Son nuestros. No nos resignemos cuando llevamos a un niño a internar y no hay cama. Mandemos miles a la puerta a decirle a Vidal, ¿qué carajo estás haciendo con la plata?”.
Bonafini fue durísima con Vidal, a quien agredió verbalmente, insultó y trató de “chorra”, y cruzó a la política que lleva adelante Cambiemos. “No hay expectativas. No hay esperanzas. No sé a dónde nos va a llevar Macri. Una cosa es una tormenta y otra es un tsunami que hizo estragos de un país hermoso que teníamos. Hay gente que no puede ir ni a los hospitales. Que vergüenza. Me da vergüenza vivir en este país hoy”, opinó.
Esta semana, Bonafini no tuvo buenas noticias. El juez comercial Fernando Perillo decretó el miércoles la quiebra de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, al hacer lugar al pedido de un extrabajador, Miguel Ángel Ortiz Benítez, al que el organismo le debe $ 123 678. “Hubo insuficiencia de fondos para desvirtuar el estado de cesación de pagos imputado”, estableció el magistrado, junto a la prohibición de la salida del país de la titular del organismo.
La Fundación estuvo implicada en un caso de corrupción escandaloso durante el kirchnerismo. “Sueños Compartidos” se llamaba un plan lanzado por el gobierno K que fue pensado para construir viviendas, y que terminó en un millonario desmanejo de fondos.