“Es un tema muy controversial”, indicó Federico Delgado sobre el estado de salud de la madre Alba, la jefa del monasterio de General Rodríguez en donde el exsecretario de Obras Públicas K José López trató de esconder casi nueve millones de dólares.
El fiscal federal que investiga el caso dijo que “hay información bastante contradictoria sobre el estado de salud de la madre Alba”. “Para algunos testigos, Alba está para correr las olimpíadas de Río de Janeiro y para otros apenas puede hablar”, indicó el funcionario judicial.
Delgado dijo que a la religiosa se le habría detectado un “descenso cognitivo” que le impediría enfrentar un proceso judicial, en referencia a la causa por lavado de dinero. “La ley requiere sí o sí que comprenda lo que le está pasando, y si no puede comprender lo que le está pasando sería inimputable. Pero si no lo puede hacer también es difícil pensar que tenga la responsabilidad que le achacan las otras hermanas”, explicó Delgado.
RELACIONES ESTRECHAS ENTRE LÓPEZ Y LAS RELIGIOSAS
“Hasta ahora lo que demuestran los hechos es que había una relación muy fluida entre la familia López y los integrantes del convento”, dijo el fiscal. Delgado ratificó que a López lo esperaban el lugar: “Hay muchos indicios, muy objetivos, como los registros de llamados telefónicos, que indican que lo estaban esperando, como mínimo, para ayudarlo a ocultar los rastros del delito”.
Además se refirió a su relación con la procuradora Alejandra Gils Carbó, catalogada como “K” y fuertemente resistida por el macrismo, que la quiere desplazar: “No tuve un problemas personal con ella; jamás me dio una directiva; sí con su entorno, con la gente que de algún modo manejaba el día a día de la Procuración General”. “Ha habido una administración de una lógica de amigo-enemigo”, opinó.
