El avance de los teléfonos inteligentes y de las plataformas digitales no sólo revolucionaron la forma de comunicarse de los argentinos. También están transformando las maneras de intercambiar dinero. En esta nueva etapa, con el “cash” en pleno retroceso, el medio de pago que más avanza en la vida cotidiana son las transferencias inmediatas y gratuitas de cuenta a cuenta. Operaciones que la semana que viene se volverán más simples al llegar el “CBU Alias”.
Estadísticas del Banco Central (BCRA) marcan un crecimiento sostenido. Tomando el último dato disponible, en octubre los usuarios particulares -sin contar empresas- hicieron 5,9 millones de transferencias inmediatas, a un promedio de 196.826 por día o de 8.201 por hora. Ese ritmo récord más que duplica el registrado en el primer semestre de 2014, cuando el promedio apenas superaba las 3.900 por hora en todo el país.
Otro dato es que de enero a octubre se hicieron más de 52 millones de estas operaciones, que pueden iniciarse gratis a toda hora desde la computadora, desde cualquier cajero automático o desde el smartphone. Se hizo un 29,6% más de transferencias que en igual período de 2015 y 71,3% más que dos años atrás. También los montos crecen: como empiezan a usarse para grandes pagos, el promedio por transferencia ya es de $ 8.869.
“Se observa un crecimiento en las transferencias inmediatas, tanto en cantidades como en valores, notoriamente superior al resto de los medios de pago alternativos al efectivo”, concluyó el BCRA en un informe reciente, publicado el mes pasado. Y luego anticipó que “la migración hacia un uso mayor de las transferencias inmediatas electrónicas en la economía se profundizará” en los próximos meses.
El alquiler, las expensas, la cuota del colegio, el garaje y reservas de alojamientos y paquetes turísticos son sólo algunos pagos que se volvió común realizar con transferencias inmediatas. También se usan para dar mensualidades a los hijos, mandar dinero a familiares que viven lejos y juntar plata entre varios para hacer regalos. Los movimientos entre cuentas también avanzan para pagar servicios en el hogar (como los de plomeros, gasistas, pintores) e incluso para comprar bienes de muy alto valor, como motos y autos.
“El servicio se elige cada vez más porque resulta ágil, sencillo y seguro, con accesibilidad todos los días las 24 horas. A su vez, el ingreso de los millennials al mercado laboral y su consiguiente bancarización influye en el crecimiento”, comentaron en el Banco Macro, donde el promedio mensual de transferencias creció 36% en el último año. “Las causas son las simplicidad, la inmediatez y que el producto ya está más difundido”, coincidieron en un banco extranjero, donde el crecimiento fue similar.
Para Ariel Setton, economista especializado en medios de pago e inclusión financiera, “el mundo entero, Argentina incluida, avanza hacia una mayor bancarización de las transacciones” que hoy beneficia a las transferencias. “Hoy compiten incluso con los sitios de pagos de servicios y con las redes de pagos en efectivo. La gente las adopta porque son muy simples, gratuitas, mucho más seguras que el efectivo y se pueden hacer en todo momento y lugar. Además, al comprar, permiten no ‘comerse’ el límite de compra la tarjeta de crédito”.
Las transferencias avanzan sobre el efectivo y en especial sobre el cheque, que poco a poco se encamina a perder su reinado. Si en 2013 el 50% de los pagos electrónicos se hacían con cheques, hoy ya son un 35%. Mientras, las transferencias hoy representan un 27% del total de operaciones, frente al 16% de hace tres años. Otro 31% de los movimientos de fondos pertenece a débitos directos y el 7% restante, a transferencias no inmediatas.
Un síntoma del fenómeno es que sólo en el último año se cursaron con cheques 3,1 millones de pagos menos. Cada 100 transferencias inmediatas se hacían unos 318 cheques a inicios del 2014, y hoy son sólo 141. Una de las claves, quizás, esté en que transfiriendo el dinero el usuario evita que le cobren el llamado “impuesto al cheque”.
El auge de las transferencias acompaña el de la bancarización. En lo que va de este año se abrieron 2,3 millones de cajas de ahorro nuevas en la Argentina, y unas 7,1 millones desde fines de 2014: ya son casi 41 millones, según el Central.
Además, un relevamiento reciente de la firma especializada en banca electrónica VeriTran mostró que en el país 6 millones de usuarios ya hacen operaciones bancarias por home banking (desde la PC) y unos 3 millones operan en su celular, cifra que tuvo un crecimiento del 100% desde 2015.
A esto el Banco Central le sumó la obligatoriedad, desde el 1 de abril de este año, de que todas las transferencias sean gratuitas para los usuarios sin importar el monto (antes tenían cargo desde $ 50.000). Y en agosto habilitó las “billeteras virtuales” de Pago Electrónico Inmediato (PEI), que permiten mandarles plata fácilmente a los contactos del celular, como si fuera un “WhatsApp” para enviar y recibir dinero.
Las transferencias, finalmente, tendrán un nuevo y gran impulso a partir de la semana que viene. Y es que el viernes 16 de diciembre vence el plazo impuesto por el BCRA para que todos bancos incorporen en sus plataformas electrónicas el “CBU Alias”. Con este nuevo régimen, para recibir una transferencia, bastará con pasarle a quien paga un nombre de cuenta corto y alfanumérico (“marcosgarcia1”, por ejemplo), en vez de la tediosa clave de 22 cifras hoy vigente (ver aparte).
En la actualidad, el 69,5% de las transferencias inmediatas se hacen en la PC y otro 21,9% en cajeros automáticos, dice el BCRA. Las que se inician en el celular todavía son el 5,1%, pero tuvieron un crecimiento del 98% en el último año. Ese número, se prevé, aún está lejos de su techo.
Por: Martín Grosz