Gran sorpresa y conmoción generó el descubrimiento en Tailandia de 40 crías muertas de tigre dentro de un templo conocido por utilizar estos felinos como atractivo turístico. El lugar es denunciado hace años por activistas como un centro de tráfico de animales.
Los cachorros fueron hallados por los equipos del Departamento de Conservación de Parques Naturales junto a los cadáveres de otras especies protegidas.
El templo, abierto en 2001 con 7 tigres, era un atractivo para turistas que se paseaban y se hacían fotos con los animales, motivo por el que también fue criticado durante años por organizaciones defensoras de animales.
Entre los restos mortales de los animales también se han encontrado recipientes con intestinos y otros órganos, que de confirmarse que son recientes, apoyarían las acusaciones de los activistas.
