Un equipo de arqueólogos encontró en el sudeste boliviano los restos óseos de una mujer que datarían de hace unos 1.100 años en un área donde convergieron pueblos ancestrales de Argentina, Paraguay, Brasil y Bolivia.
Se trataría de una mujer, enterrada en posición fetal y cuyos restos no fueron colocados en alguna urna de cerámica, sino enterrados a un poco más de un metro de la superficie, y cubiertos por un tipo de mosaico, según da cuenta este domingo el portal del diario El Deber.
El lugar del descubrimiento arqueológico es la pequeña población rural de El Soto, en la provincia Chiquitos de Santa Cruz, al sudeste, habitada por unas 50 familias, y cuyos principales edificios son una escuela y una cancha de fútbol.
El área habría correspondido a un gran asentamiento humano de la cultura tupiguaraní.
“Allí fue la gran fusión de pueblos que después se conectaron con otros en distintos puntos de lo que hoy es Santa Cruz”, comentó el arqueólogo Danilo Drakic.
En las zonas contiguas se encontraron varias piezas arqueológicas como collares de cobre con incrustaciones de piedras preciosas, piezas de cerámica y vasijas con pinturas, por lo que el especialista intuye que existió un amplia red comercial entre comunidades con similares costumbres.
Los trabajos arqueológicos comenzaron tiempo atrás y los vecinos confían en que en El Soto se construya un museo donde se exhiba las preciosas reliquias.