Diego Lagomarsino, el informático que trabajaba para el fiscal Alberto Nisman, criticó esta mañana con dureza a la jueza y representante de la querella Sandra Arroyo Salgado, pero evitó cuestionar la actuación de la ex fiscal Viviana Fein, que ayer reconoció que su principal hipótesis fue un caso de “suicidio inducido”.
El analista de sistemas evitó dar un opinión sobre qué pudo haber ocurrido la noche del domingo 18 de enero de 2015 en el departamento 2 del piso 13 de la Torre Le Parc de Puerto Madero. “Yo no tengo ningún planteo armado mentalmente. Si uno ve la causa y analiza lo que dijeron todos los peritos oficiales -los médicos y criminalistas- no hubo disidencia y dijeron que Alberto Nisman estaba solo” cuando murió, afirmó.
En declaraciones a la radio Rock & Pop, Lagomarsino declaró que tiene “una tranquilidad muy grande” frente al avance del expediente, que ahora está a la espera de la definición si lo investiga la justicia federal o la ordinaria, reiteró que “la última vez que lo vi Nisman estaba perfecto, igual que siempre” y que no notó ninguna afectación que pudiera anticipar el desenlace de esa noche.
“El único momento en que se quiebra Nisman es cuando me dijo ¿sabés lo que es que tus hijas no quieran estar con vos? . Ahora Arroyo dice que es mentira, pero la verdad que lo que diga Arroyo ya no me preocupa demasiado”, consideró. Además, recordó que “con Sandra tenía más confianza que en Alberto. Ella tenía una forma distinta de ser que Alberto. Yo confiaba mucho en ella, pero después ella dijo cosas que eran mentira, que no sé qué buscan”.
A diferencia de eso, y cuando se le consultó sobre qué opinaba de la fiscal que actuó en la investigación -que el Gobierno aceptó ayer su renuncia-, el informático respondió: “Yo no puedo decir que Fein haya hecho una buena investigación. No lo sé, porque eso no es un tema mío, no es un tema que yo sepa”.
Finalmente, se mostró crítico sobre la actuación del periodismo en el caso: “Las cosas que se dijeron en los medios desde un principio, las cosas que dijeron de mí y de Alberto. No sé si trataron las cosas de manera profesional. Dijeron que había una relacióin íntima entre nosotros -en base a lo que dijo la presidente (Cristina Kirchner)-, después dijeron que yo era ñoqui. Dijeron montón de cosas, lo dejaron en el aire y no salieron a desmentirlo”.