Los padres de Jairo Rodrigo de Mora, el nene de 7 años que apareció muerto en un freezer en la localidad rionegrina de San Antonio, no pueden entender cómo su hijo ingresó al refrigerador que usan en su minimercado para mantener el hielo.
“No sabemos cómo pudo pasar, cómo entró, no podemos entenderlo”, le dijo a Clarín Dante de Mora, su padre.
El chico fue descubierto por su madre a las 5 de la madrugada del viernes. Jairo permanecía en estado fetal. Según los estudios preliminares, realizados en Viedma, falleció a consecuencia del frío. El examen reveló, además, que no hay evidencia de agresiones. Pero todavía quedan por conocerse los análisis histopatológicos para descartar un posible envenenamiento.
“Los resultados preliminares de la autopsia arrojaron que no se encontró en su cuerpo indicio alguno de criminalidad. El informe definitivo estará terminado una vez que se cuente con los resultados de los estudios histopatológicos de laboratorio”, informaron desde el Poder Judicial.
La policía rionegrina investiga distintas hipótesis. Jairo pudo haber sido víctima de un accidente, metido por alguien en el congelador o dormido a consecuencia de alguna sustancia.
“Nunca había jugado a esconderse ahí. Era un chico que sabía cuidarse. Salía solo a jugar. Todo lo que sabemos es que se fue a jugar a lo de una amiguita. Yo estaba descansando en la casa y cuando desperté Jairo no había llegado. Nos pusimos a buscarlo toda la tarde y noche. No lo encontramos; cuando volvimos andábamos en una camioneta, nos bajamos y abrimos el congelador con mi mujer y estaba adentro”, relata de Mora. “No entiendo cómo entró. Nosotros recibimos la mercancía y lo cerramos con candado. No está abierto”, detalló.
Los padres de Jairo son los dueños de la despensa “El Peñalito”, levantada delante del hogar familiar en el que también viven otros dos hermanos. Jairo era el más chico.
El freezer en cuestión es una caja de metal, blanca, con pegatinas, de las que tradicionalmente se utilizan para mantener el hielo. Los investigadores trabajaron sobre el aparato con el propósito de establecer la secuencia que pudo haber protagonizado el nene.
Jairo salió al mediodía del jueves para jugar. En el transcurso de la tarde estuvo en una plaza y en la casa de una amiguita. Hay un lapso que permanece en gris hasta su hallazgo: allí está enfocada la investigación.
El pequeño, cuentan en el barrio, tenía por costumbre ausentarse de su casa durante varias horas. Por lo que recién entre las 18 y 19 sus padres comenzaron a preocuparse. A las 20 la madre fue a la comisaría de la localidad y se inició el rastreo. Durante la noche se sumaron numerosos vecinos para colaborar.
Llevaba pantalones cortos rojos y remera azul. De este modo lucía en la imagen que difundió la policía rionegrina. De regreso a su hogar, en la madrugada, la madre decidió revisar el freezer. En este reducido espacio se encontraba su hijo en posición fetal. La madre sufrió un shock y tuvo que ser trasladada al hospital.
El juez que interviene en la causa, Carlos Mussi, solicitó la declaración en cámara Gesell de los chicos que tuvieron contacto con Jairo el día que desapareció. También pidió los testimonios de los padres y de los familiares directos.
Por: Claudio Andrade