Nunca pasa inadvertido, ni siquiera cuando habla para un reducido grupo de personas en un teatro de la localidad de Merlo (San Luis), a casi 800 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.
En esta ocasión, Guillermo Moreno es noticia por una expresión con tono de amenaza, dirigida a la gente que desde el cambio de gobierno se dedica a “escrachar” a ex funcionarios kirchneristas.
“El Papa (Francisco) nos ha pedido misericordia, pero les solicito que no inciten a la violencia“, comenzó el dirigente peronista, que segundos después dejó el tono conciliador y advirtió: “No se olviden que no todos los peronistas tenemos las manos atadas…“.
El referente de la agrupación “La Néstor Kirchner” recordó un anterior escrache a un ex ministro y amenazó con responder de manera violenta, si alguien lo pone a él en ese lugar.
“Ellos incentivan y después… no siempre va a ser lo que pasó con (Axel) Kicillof en el Buquebus (no reaccionó); él en ese momento tenía un bebé en brazos, pero yo ya no tengo un bebé en brazos y hay mucha gente que tampoco. ¿Adónde quieren llegar?”, remató.
El dirigente del PJ se refirió así a los insultos que en los últimos meses han sufrido ex funcionarios como Carlos Zannini y Aníbal Fernández.
Las expresiones de Moreno se dieron en el marco de su campaña de Unidad Nacional, que el fin de semana lo llevó a San Luis para hablar ante unos 500 militantes que acompañaron eufóricos su exposición.
En declaraciones a Radio Alternativa de Merlo, el ex secretario de Comercio le pidió al gobierno de Mauricio Macri que “declare la emergencia alimenticia” porque con sus políticas económicas “le sacó la comida de la boca a la gente”.