“Kabbalah práctica” propone ser un libro que convierte el misticismo judaico, la sabiduría interior en elementos aplicados a la vida cotidiana. La flamante publicación de la doctora Fabiana Kramarz, pensadora, especialista en Kabbalah y directora de Estudios Judaicos del Colegio Tarbut, aborda esta consigna: herramientas, tips, ejercicios aplicables que traducen todo el contenido espiritual de una de las expresiones más antiguas del mundo.
La Kabbalah es para la autora “el arte sublime, la música elevada“. Su condición de recurso transformador de la vida la convierte en un instrumento de profunda espiritualidad que, enriquecida con apuntes filosóficos y relatos bíblicos, promete ayudar a construir una vida valiosa. La propuesta es reinterpretar el estudio académico de esta manifestación judaica, reeditar su matriz más erudita y acercarla a través de una obra que viaje sobre la experiencia diaria, la meditación, las prácticas sencillas. Opera sobre el misterio de la vida, provee consejos y sugerencias para construir alegría, fortaleza, equilibrio, sentido, raíz, una vida que merezca la vale vivir.
La doctora hace hincapié en cinco valores, cinco conceptos macros que cursan su publicación, que marcan el pulso del libro. Sobre la edificación del principio de la alegría, Kramarz explicó cómo materializarla: “Agradeciendo cada mañana. Es un gesto que te permite ubicar de inmediato por un lado los verdaderos problemas, que son menos de los que pensás, y por otro lado los contratiempos, aquellos que no merecen que les dediques toda tu energía”.
El consejo sobre cómo fabricar fortaleza y equilibrio, que brinda el libro y que en diálogo explayó la autora, postula a la meditación: “Meditar cada mañana dos o tres minutos te permite programar tu día para que éste no sea una mera reacción frente a lo que la vida te ofrece. Ese es encarar la vida de un modo inteligente”. Para erigir una vida con sentido, la doctora recomendó “sacar la mirada de los objetos y de la vida de los otros“. Sobre la construcción de raíz, sugirió volver a lecturas profundas y desafiantes, como la Biblia, para aprender a linkear con los primeros protagonistas de la historia.
A modo de conclusión, a modo de cierre, Fabiana Kramarz se inspiró en la metáfora de la vela que da luz a otra vela para explicar cómo se construye una vida valiosa: “Reparando. Si tenés las necesidades básicas satisfechas, tenés la obligación, el deber y la bendición de abrirte a otro carente. No se trata de plata. Hay que abrirse a la escucha, abrazar, dar. La mano que está abierta para dar, necesariamente va a quedar abierta para recibir. Sin buscar ventaja, de manera voluntaria, de un modo comprometido. Eso es construir una vida valiosa, una vida con sentido”.