La primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, declaró que el país está en alerta roja ante “otro inminente ataque terrorista”. Es la tercera vez que elevan al máximo el nivel de amenaza y pasa de “grave” a “crítico”.
May también resolvió el despliegue de militares para apoyar las tareas que desempeña la policía en puntos geográficos clave de Gran Bretaña. “No podemos ignorar la posibilidad de que un grupo más amplio de individuos esté vinculado con el atentado de Mánchester”, remarcó May.
La primera ministra se reunirá mañana nuevamente en Downing Street con el Comité de Crisis para evaluar qué medidas tomarán tras el atentado que dejó un tendal de muertos y heridos en un recital de Ariana Grande.