A juzgar por lo que se respira en el Palacio de Hacienda, podría arriesgarse que el estilo Macri llegó a la cartera Económica. Por empezar, el quinto piso del Palacio de Hacienda quedó dividido en dos, el ala que ocupaba Alfonso Prat-Gay se destinó a Nicolás Dujovne y el sector donde estaba instalado el ex vice ministro Pedro Lacoste es de Luis Caputo, flamante ministro de Finanzas. Un miembro clave del equipo Dujovne recibe a Clarín en una sala que, por el tamaño del cuadro, parece un homenaje a Carpani, que pintaba los rostros y las manos de los obreros. El funcionario aún no ha cambiado la hora en su reloj y es evidente que está recién llegado del exterior. Habla del blanqueo como un éxito rotundo y cuya repercusión ya es palpable en los números de la economía. Así, el déficit de 2016 que no podía exceder 4,8% según el compromiso asumido, se habría reducido a 4,6%. Asegura que este año, pese a las elecciones, la meta será reducirlo a 4,2%. “Es una decisión del Presidente y no vamos a aflojar. Nuestro principal objetivo es cumplir la meta fiscal”, afirmó.
El funcionario contó que están trabajando en una reforma fiscal que está comprometida en la ley de blanqueo. Aseguró que aún no está designada la comisión bicameral para su tratamiento en el Congreso. Y pasó un mensaje: “No vamos a desfinanciar el Estado. Somos conscientes de que existe una cuña fiscal (aportes patronales, aportes personales y ganancias) que es alta. Pero hay que tener cuidado con no quitar recursos al sistema de seguridad social”, dijo en lo que pareció una señal a las entidades empresarias que reclaman una baja en las contribuciones patronales. Y puede leerse también como un paso atrás en declaraciones del propino ministro Dujovne que había avalado ese reclamo.
De paso, describió el objetivo de “hacer más eficiente el gasto público. Eso no quiere decir que vamos a ajustar. Vamos a evitar duplicaciones, a que el gasto social llegue donde tiene que llegar y vamos a estimular con subsidios en cabeza de las empresas que tomen gente el acceso al empleo”.
Otro aspecto en el que trabajan es en multiplicar acuerdos como el de Vaca Muerta. Esperan que vía el diálogo y la negociación sindicalistas y empresarios se hagan eco de una rebaja en los costos laborales que no impliquen un costo fiscal.
El funcionario resalta el nuevo espíritu de trabajo, sin líneas que los separen. “ El poder no lo da el tamaño sino la capacidad de incidir en otros ministerios. No habrá diferencias con el Banco Central que se ha dispuesto a cumplir la meta de inflación de 17% y maneja la política monetaria en función de ese objetivo”, dice tomando distancia de lo que pasaba en tiempos de Prat-Gay. Dujovne acaba de designar a Guido Sandleris como su representante en el Central. Aquí otras definiciones:
*Estamos enfocados en la tarea micro, dialogando con todos los ministerios. Tenemos vasos comunicantes, nos conocemos.
· *Ya está bajando la inflación y no vamos a estimular falsamente al consumo. Queremos que la gente viva mejor.
· En 2017 vamos a crecer y los sectores que van a impulsar la economía son el campo, que retomó el sendero tras años de estar aplastado, la construcción, la inversión, además de la reacción del consumo por mejora en los ingresos.
· *Tras el blanqueo el Estado tiene que mejorar mucho su presencia fiscalizadora.
· * Recibimos una herencia muy pesada, tuvimos cuatro aciertos ( fin del cepo, salida del default, normalización del INDEC, integración al mundo) y ningún funeral. En 2016 evitamos la crisis que indefectiblemente iba a ocurrir. Cuando los gobiernos populistas se alejan de los mecanismos del mercado solo les queda, como en Venezuela, el camino del autoritarismo.
Silvia Naishtat