La Universidad Rangsit, en Bangkok (Tailandia), le anuló el examen de ingreso a la facultad de Medicina a varios alumnos que hicieron trampa con la ayuda de diversos dispositivos electrónicos. Sí, tecnología de punta para algo que está MUY mal.
Para implementarlo los jóveves habrían gastado unos 800.000 bahts, cerca de 20.000 euros, para grabar las preguntas del examen con unos anteojos con una cámara incorporada y recibir las respuestas en relojes inteligentes. Sí, una mezcla de James Bond con Ethan Hunt, de Misión Imposible.
“Recibían las respuestas casi en tiempo real“, explicó Arthit Ourairat, rector de la universidad. “Queremos que estas prácticas se conozcan para que se tome conciencia de que hay que tener cuidado. En los exámenes de acceso a Medicina hay muchos estudiantes y plazas muy limitadas“, agregó en una entrevista con un medio local.
Este intento de trampa masiva hizo que más de 3.000 alumnos tengan que repetir el examen… que estará mucho más vigilado: la universidad no permitirá acceder con ningún dispositivo electrónico al recinto, y revisará bolsos, mochilas y hasta los anteojos, para ver si son “inteligentes”.