El Gobierno no demoró una respuesta a la principal duda de los inversores. Ayer, en el que fue el panel más concurrido del Foro de Inversiones y en lo que pareció un discurso coral, compartido por la vice presidente Gabriela Michetti, el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, el jefe de la Cámara de Diputados Emilo Monzó y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; se afirmó que la seguridad jurídica y el cumplimiento de las reglas está garantizado.
La elección de los oradores no fue al azar. Se buscó que fuera un mensaje de los representantes de los tres poderes, La sesión en la ballena azul se pobló de CEO’s de empresas, bancos y fondos de inversión extranjeros y buena parte del establishment local.
Allí nadie le restó mérito a la frase que todos se apuraron a anotar. “Los contratos entre privados cuentan con seguridad jurídica, porque hay normas que le dan protección constitucional. Esto es muy importante. Si recordamos nuestra historia, el Estado intervino sobre lo acordado entre las partes. Pero ya no se puede hacer. Lo que ustedes contraten está tutelado por la Corte”, afirmó Lorenzetti. Y se ganó la primera ovación de la mañana.
Hoy culmina lo que ha sido un evento único para la Argentina por su nivel de convocatoria, su organización de clase mundial y la realización en una de joyas de América Latina, como el edificio del Correo. Un dato al pasar. Marcos Peña contó que no le salió un peso al Gobierno, ya que gracias a los sponsors el evento, que costó US$3 millones, recaudó 4,5 millones. Hicieron diferencia.
Por cierto, en paralelo a un optimismo, por momentos desbordante, que hacía hincapié en la certeza de que se dio vuelta una página y ya no hay marcha atrás, también hubo generalizada inquietud acerca de la maduración política de este proceso. Lorenzetti lo dijo de este modo: “La preocupación central es si este entorno es perdurable”. Y recurrió a la metáfora del Ulises que se ató al mástil para evitar tentaciones. “Es fácil decir qué haremos mañana, pero es difícil pensar a diez años. Una persona de 60 años en la Argentina no tuvo ninguna década tranquila”, deslizó sin ignorar las dificultades del país.
Michetti tranquilizó: “Hay un Gobierno que va a luchar contra viento y marea para defender la ley”. Y el presidente de la Corte apuntó que por primera vez cuentan con cinco miembros designados por tres presidentes distintos y volvió a recalcar: “La Corte no cambia la jurisprudencia por el cambio de Gobierno y eso es seguridad jurídica”.
Sturzenegger se focalizó en lo que significa un Banco Central independiente que preserva el valor de la moneda como sinónimo de institucionalidad. De paso y en lo que pareció un mensaje al interior del Gobierno, dijo que uno de los peligros es la complacencia. “Es cierto que bajó la inflación, pero 1% mensual es muy alto”, subrayó.
Curiosamente fue Monzó quien se llevó las palmas. “¿Hay maduración política?”, arrancó interpretando una preocupación generalizada. “El 10 de diciembre de 2015 cambió el país, el 90% de los intendentes del conurbano y el 70% de los gobernadores son nuevos. Somos minoría en las cámaras, pero se aprobaron leyes porque hay otra composición, con diputados que no pasan de los 40 años y que hay que ver cómo trabajan para mejorar nuestros proyectos”. Concluyó: “Hoy tenemos una oposición a la altura de la circunstancias. No hay vuelta atrás”.
Le tocó a Jorge Familiar, del Banco Mundial, invitar a que se apueste por el país. “Mis palabras se traducen en dinero”, expresó al anunciar una garantía de US$ 500 millones que reforzará la inversión en energía renovable. La cifra se suma a US$ 1.700 millones desembolsados en empresas domesticas por la CFI, el brazo del Banco Mundial para el sector privado y la promesa de otros US$ 1.300 millones en los próximos 10 meses.
Por: Silvia Naishtat