Se terminaron los avisos en las calles que muestran a un grupo de amigos comiendo y bebiendo vino, cerveza o algún trago espirituoso. Ese nuevo escenario se plantea a partir de la aprobación de una ley, votada ayer en la Legislatura porteña, que prohíbe cualquier tipo de publicidad de bebidas alcohólicas en la vía pública. La norma, que estipula duras sanciones para las marcas que no se adapten al nuevo marco regulatorio, entraría en vigor en el primer semestre de 2017 y genera polémica entre las partes involucradas.
Se trata de una consecuencia directa de lo que ocurrió tras la tragedia de Time Warp, la fiesta electrónica organizada en Costa Salguero en la que murieron cinco personas por consumo de drogas sintéticas. Tras el hecho, se formó una mesa de diálogo que aconsejó, entre otras cosas, atacar el problema de la adicción por el consumo de alcohol y drogas.
Si bien la ley es tajante en su punto más importante, es más blanda que el texto original, que planteaba la prohibición tanto en la vía pública como en el interior de estadios y otros espacios donde se realicen actividades masivas. Ese artículo se sustituyó en el texto consensuado por todos los bloques y aprobado ayer. La prohibición, entonces, regirá para actividades masivas de carácter gratuito.
“Me preocupa que estemos sancionando una ley para mostrar que hacemos algo que no tendrá el impacto esperado, ya que se tiene que trabajar en todos los aspectos posibles para prevenir o demorar el ingreso de los niños de 12 o 13 años al consumo de alcohol”, planteó la diputada Graciela Ocaña, de Confianza Pública.
La ley establece una excepción. Las empresas podrán realizar publicidad en la vía pública, pero el 75% del espacio del aviso deberá ser ocupado por alguna frase que informe sobre los riesgos del consumo. Por ejemplo: “El alcohol al volante mata”, “el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud” o “no bebas alcohol durante el embarazo”. El 25% restante sólo podrá contener el nombre o el logo de la marca.
Las empresas deberán adecuarse a la nueva reglamentación o tendrán que afrontar multas que van de 15.000 a 100.000 unidades fijas (UF). Cada una tiene un valor cercano a los $ 10, por lo que las sanciones serán de entre 150.000 y un millón de pesos; también se prevén el decomiso de la mercadería y la inhabilitación comercial.
“Ésta no es una norma con criterio prohibicionista, como si fuera una ley seca. No queremos prohibir la venta de alcohol porque las técnicas de ese tipo han fracasado en el mundo”, explicó el legislador Roy Cortina, del Partido Socialista, autor del proyecto.
Los sectores que agrupan a los productores de bebidas alcohólicas rechazaron la ley. Desde la Cámara de la Industria Cervecera opinaron que “prohibir la publicidad no es la solución al problema de adicción de los menores; la solución debe integrar cuatro ejes: la industria, el gobierno, la educación y la familia”.
Por su parte, Guillermo Di Lella, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Publicidad en Vía Pública, planteó un escenario preocupante: “El consumidor no verá la publicidad en la vía pública, pero la tendrá en otros dispositivos. La inversión será derivada a la televisión, la radio, el diario y las redes sociales, donde los jóvenes, el grupo de mayor riesgo, tienen mucha participación.
Otros proyectos aprobados
Manzana 66
Ayer se aprobó la creación de un espacio verde de acceso público en un predio privado de Balvanera conocido como Manzana 66, donde se había planeado la construcción de un microestadio para 18.000 personas. Los vecinos del barrio se opusieron a ese proyecto y actualmente allí funcionan canchas de fútbol. El dueño del espacio recibirá en compensación un terreno de similar valor en Saavedra.
Villa Olímpica
Quedaron aprobados los proyectos de la construcción de la Villa Olímpica para los Juegos de la Juventud de 2018 y la urbanización de la villa 20. Ambos, de doble lectura, ya habían recibido un primer aval y ayer se convirtieron en ley.
Mauricio Giambartolomei