Por esta razón, profesionales preocupados por esta situación, han desarrollado un sistema denominado fitorremediación que en cierta forma contribuye a revertir los daños generados por la contaminación.
Esta palabra surge entre la combinación del vocablo griegos “Phyto” que significa planta y del latín “Remedium” que hace referencia a recuperar el equilibrio. Puede definirse entonces a la fitorremediación como un sistema tecnológico basado en la capacidad bioquímica de algunos tipos de plantas para absorber y sustraer sustancias contaminantes del medio ambiente (agua, suelos, aire) y recuperarlo.
Incluso esta técnica puede estabilizar y descomponer los contaminantes presentes en sedimentos como metales, materiales radiactivos, explosivos, plaguicidas, hidrocarburos, y compuestos derivados del petróleo.
El principio de la fitorremediación es el siguiente: Las plantas absorben la sustancia contaminante para metabolizarla, reduciendo en gran medida o incluso evitando su liberación a otras zonas, a través de su degradación (en el caso de los compuestos orgánicos) y su estabilización o extracción (en el caso de los compuestos inorgánicos).
Entre las principales características de estas plantas están su resistencia son un rápido crecimiento; plantas resistentes y fáciles de arraigar y mantener; una alta capacidad de evapotranspiración (evaporación del agua a través de hojas) y la capacidad de transformar los contaminantes en productos no tóxicos o menos tóxicos.
La fitorremediación resulta una alternativa más ventajosa respecto otras técnicas fisicoquímicas que se han empleado contra los problemas de contaminación en el planeta, puesto que es una tecnología sustentable, de bajo costo, no requiere consumo de energía, permite reciclar recursos, no es necesario contar con personal especializado para su empleo y es mucho menos perjudicial para el medio ambiente que otros métodos.
Esta técnica se está aplicando ya en varios países del mundo, donde ha tenido una buena acogida por ser un procedimiento agradable estéticamente, no destructivo y efectivo para diferentes tipos de contaminantes al mismo tiempo con una elevada velocidad de respuesta.
Es importante destacar que la finalidad de la fitorremediación además de reducir o eliminar las sustancias contaminantes, es recuperar la capacidad y salud de la superficie en la que se aplica y sus propiedades físicas y químicos de manera sostenible.
Para que se pueda llevar a cabo una fitorremediación antes es necesario precisar las características físicas y químicas del medio ambiente en el cual se va a aplicar e igualmente el tipo de contaminante, para luego determinar la especie de planta a utilizar según dichas condiciones.
Sin duda, esta tecnología representa actualmente una de las mejores opciones de la actualidad para la recuperación de superficies contaminadas en el mundo, presentándose como un proceso mucho más natural, ecológico y amigable con el medio ambiente en el que se desarrolla, que otros métodos que se utilizaban hasta ahora con el mismo fin.