En China, cualquiera sea el rubro o dimensiones de un negocio, siempre tiene su bautismo con Feng Shui. Se considera que una intervención armoniosa en la energía del local o del lugar de trabajo puede salvar, mejorar o mantener el éxito del emprendimiento.
Aun siendo un arte milenario, este Feng Shui de los negocios se entrelaza con las estrategias de marketing y publicitarias más actuales, aplicando sus conceptos tanto a la ubicación y diseño espacial como a todas las piezas de comunicación que hacen a la identidad de la empresa.
Las estrategias ambientales
Si estás armando tu emprendimiento personal, si ya tenés en marcha un proyecto comercial o querés reactivar tu negocio o servicio, podés recurrir a una batería de recursos que operan desde lo espacial generando vibraciones positivas para el éxito.
El uso acertado de los colores, la iluminación, la distribución de los volúmenes, la elección de las formas, las proporciones y los materiales, hacen que un recinto atraiga o, por el contrario, eyecte a los clientes y a las oportunidades prósperas. El Feng Shui brinda varias estrategias que mejoran la receptividad al éxito, promueve mentes creativas, intercambios positivos y un buen clima laboral para la concreción de los objetivos.
La ubicación
¿Por qué un establecimiento en una gran esquina, de dimensiones amplias y exquisitos productos es poco concurrido? ¿Por qué un kiosco atrae a sus clientes? ¿Qué ocurre con los empleados de una empresa que se enferman con frecuencia? La elección del lugar para el emprendimiento es una tarea que no puede resolverse a las apuradas, ni tan solo teniendo en cuenta costos. Es primordial evaluar el entorno energético y la forma de acceso al lugar.
Por ejemplo, si un establecimiento está sobre una calle de circulación rápida, como una avenida muy concurrida por el transporte automotor, ésta puede llevarse la energía ambiental impidiendo que ingrese al local. Dicha situación provoca que el Qi del comercio se debilite, pase desapercibido y no convoque ni la mirada de la clientela. También se da el caso de comercios que, aunque aparentemente están muy bien posicionados, quedan como una isla rodeada de una corriente de energía incesante (por ejemplo, algunos locales de shoppings).
La exposición de la puerta de entrada al aliento maléfico, y de las marquesinas a flechas envenenadas (metafóricamente hablando) es otro problema a reparar. En muchas ocasiones, los carteles con el nombre y el logo de la empresa quedan expuestos a energías agresivas o nocivas que provienen de torres de transmisión, aristas afiladas de edificios en punta, autopistas, puentes, tanques de agua, árboles o antenas. En cada caso habrá que evaluar costos y beneficios de la elección del lugar, e implementar las medidas de protección y prevención necesarias para evitar problemas posteriores.
El acceso
En cuanto a la puerta de ingreso a un local, se recomienda que tenga dimensiones generosas y propocionadas, libre de obstáculos y que se abra hacia dentro. La energía vital debe entrar pero no salir. Es conveniente que abra a un pequeño espacio o “claro” donde no haya vitrinas ni mostradores u objetos que bloqueen el ingreso del Qi. Hay que evitar que objetos con filo o formas salientes apunten a la puerta de entrada.
Los locales grandes con entradas muy pequeñas no tienen un ingreso fluido de buena suerte. Pero los establecimientos pequeños con una puerta muy ancha o alta también corren riesgo de fuga de la fortuna; en general es más preocupante una puerta muy grande que una muy pequeña.
Es propicio colocar dos perros Fu a ambos lados de la puerta, mirando hacia afuera. El banco de Hong Kong tiene su famoso par de leones gigantes que custodian las fortunas con su energía imponente. La numeración visible y nítida, es otro punto para que la buena fortuna nos ubique. Una campanilla carrillón en el ingreso que emita un sonido suave y alegre al abrir la puerta produce buen Qi . Un espejo Pakua en el centro del borde superior de la puerta neutraliza flechas envenenadas del exterior.
Lo importante es ser sutiles y acomodar el Feng Shui al estilo del comercio.
El flujo de la energía
Una vez que logramos atraer al público y que éste ha ingresado al local u oficina, su estadía debe ser confortable y propiciar la concreción de nuestros objetivos (intercambios favorables). Al entrar a un establecimiento, ya sea que se trate de un kiosco, una oficina de atención al cliente, o un espacio de enseñanza, la impresión primera que se debería experimentar es que la energía fluye y circula de manera positiva y envolvente, sin obstáculos, invitando a iniciar un recorrido amigable, ya sea con la mirada o con todo el cuerpo.
La distribución del mobiliario, de los exhibidores y de la luz es lo que marcará sutilmente el flujo del tránsito, los puntos de atención y pausa, las instancias para elegir, experimentar el producto, concretar la compra/venta. Hay que priorizar los recorridos ondulados a los rectilíneos. La distribución en U de los exhibidores o escritorios es auspiciosa, pues es bien receptiva. Se pueden distribuir de modo que marquen un recorrido ondulado, dinámico y suave.
Necesitamos ubicar el centro físico del salón para localizar el centro vital del negocio. Para ello hay que recurrir al plano del establecimiento y ubicar las direcciones cardinales y el centro. Esta zona nunca debe quedar vacía o bloqueada,. Los ambientes con grandes espacios vacíos, como por ejemplo los pasillos centrales, pueden provocar un aceleramiento energético y la sensación de “falta”. Una mesa, plantas o algún mobiliario de forma ovalada pueden solucionar este problema y generar un punto de descanso o de encuentro.
El mobiliario de puntas salientes o bordes afilados emite Sha Qi (energía negativa), siempre es mejor elegir los de bordes redondeados y formas circulares y simétricas. Exhibidores o escritorios amontonados o abarrotados de cosas provocan un estancamiento de la energía muy perjudicial que afecta la actitud del cliente y de los empleados y también la energía de la fortuna.
El equilibrio Yin-Yang
Los ambientes productivos y creativos siempre deben tener un predominio de energía Yang, es decir, dinámica, activa, que genere iniciativa y mantenga atentos los sentidos. El equilibrio ideal entre el Yin y el Yang puede variar de acuerdo al rubro y al tipo de público al que se necesita conquistar. No es lo mismo una vinoteca donde la música y los colores muy vibrantes resultan molestos para el deleite, que una juguetería o una tienda de ropa para adolescentes donde se requiere estar en sintonía con la vitalidad de los más jóvenes.
Los factores que ayudan a regular las dosis de Yin y Yang son los sonidos, la iluminación, los colores, los aromas, la temperatura. La música de fondo es clave, puede entusiasmar al cliente embriagándolo hacia la compra, como alterarlo incitándolo a huir rápidamente. Siempre debemos usar melodías alegres, agradables y con un volumen que no aturda ni resulte contaminante.
La iluminación es otro aspecto crucial, aporta energía Yang por lo que hay que regular su intensidad. Hay que contar con luces generales y focalizadas, y cuidar especialmente que realcen la calidad y belleza de los productos y del lugar. En lo posible, la luz nunca debe ser completamente directa, porque además de encandilar la vista e irradiar mucho calor (Yang), desvirtúa el volumen, los contornos y los colores.
Las vitrinas excesivamente iluminadas, por ejemplo, dan un aspecto descuidado y barato a lo exhibido, en cambio, la luz sugerente e indirecta no molesta, por el contrario, invita a develar lo que se sugiere. Lo mismo ocurre en salas de espera donde el cliente debe aguardar ser atendido por un asesor, conviene moderar la iluminación tanto como la temperatura ambiental. La ventilación y los aromas, son factores importantes también en el equilibrio energético. Hoy día es muy usual utilizar aromas que se identifican con una marca, producto o tienda. Está comprobado que un local bien ventilado y aromatizado con fragancias suaves y agradables retiene al cliente y aumenta las ventas. Pero las fragancias muy intensas, o los malos olores provocan rechazo y hasta problemas de salud en los empleados. Aromas exitosos son los dulces como el de vainilla o frutilla.
Lo que no se ve
Gran error es descuidar los sectores que no quedan a la vista del cliente. Aunque no se vean, desde allí la energía sigue funcionando e influye en las finanzas y buen funcionamiento de la empresa.
Por ejemplo, baños, cocinas y depósitos siempre deben estar limpios y ordenados. No hay que acumular cosas inútiles, máquinas averiadas, papeles con deudas. Todo lo que se almacene tiene que tener rotación y movimiento periódico. Si el depósito está en un sótano, colocar un espejo grande, plantas (pueden ser artificiales en buen estado que parezcan frescas) y una lámpara de sal para que la energía fluya en el lugar. Cuidar que no se acumule humedad, suciedad ni olores desagradables.
Cuidar las posiciones estratégicas
En cuanto a la caja registradora, escritorios y mostradores, se debe evitar que estén muy cerca de la puerta de entrada por una cuestión de seguridad. Una opción es colocar el mostrador al fondo del local mirando hacia la entrada, y la caja registradora a un costado. La caja nunca debe quedar enfrentada a la puerta. Es ideal que la cajera, al cobrar esté mirando hacia una de sus direcciones propicias según el cálculo Feng Shui.
Los chinos consideran muy auspicioso colocar un espejo que refleje la imagen de la caja, es decir, de la fortuna. Pero ¡cuidado!, no debe ser un espejo miniatura, ni roto, y mucho menos reflejar la puerta o una porción de ella.
Los espejos pueden también cubrir paredes, columnas y vitrinas, así reflejarán a los productos y a los clientes, lo cual multiplica la energía de la buena fortuna. Pero no deben reflejar la puerta de entrada.
En cuanto a la ubicación de tu mesa de trabajo, siempre debe contar con buen respaldo a tus espaldas. Una pared o ventana con cortinas y brindarte una visión general del espacio y de la puerta de acceso para que nada te tome desprevenida.
Paleta cromática
Un negocio debe seguir una línea cromática acorde a su logotipo e imagen corporativa para reforzar la identificación del cliente con el producto o servicio. Por ejemplo, una cadena de heladerías, debe conservar su estética y tipo de energía en todas las sucursales. Tanto desde afuera como en el interior, el cliente debe sentir una experiencia que le es familiar al rubro y a la marca, y que le brinda confianza sobre la calidad del producto.
A la hora de elegir la paleta cromática de tu emprendimiento, el Feng Shui recomienda seguir algunas asociaciones entre la energía que emiten los colores y el rubro del negocio. Algunos ejemplos son los siguientes.
Panadería y dietética: Están asociados a la nutrición y a la naturaleza y se benefician de los colores con energía tierra (amarillo, naranja, marrón, beige) y madera (verde). Los materiales como la madera y el yute y la luz cálida son los recomendados para estanterías y recipientes. Hay que evitar los colores azul, celeste y negro, y las luces blancas brillantes pues dan sensación de mala calidad.
Indumentaria de mujeres adolescentes: Los colores asociados a lo femenino como lila, violeta y uva, combinados con el blanco como base aportan una energía con la que fácilmente puedan identificarse los clientes.
Indumentaria masculina: La energía del metal (blanco, gris claro y plateado) con algo de energía tierra en tonos claros, es la más apropiada para este rubro.
Lavandería: Están naturalmente asociadas con la energía del agua y del metal que la nutre. Aquí hay que reforzar la idea de higiene con colores blanco y metalizados (metal), azul y celeste (agua).
Gráfica/fotografía: Los colores amarillos relacionados con el sol, también el celeste del cielo, son ideales para fortalecer la identidad comercial de una negocio de revelado fotográfico. En el caso de las empresas gráficas, es primordial el uso del blanco y el azul.
Regalaría/bazar: Una regalería tradicional donde predominan los objetos de cerámica y madera se beneficia con los tonos tierra (amarillo, beige) y el blanco.
Joyería: Este rubro está asociado con el cristal (agua), el oro y la plata (metal) y las piedras preciosas (tierra). Entonces su energía puede revitalizarse con ambientación en colores metalizado, blanco y terroso. Se debe evitar el rojo del fuego.
Florerías: El color verde (energía madera) que remite a la naturaleza es el que definitivamente atrae clientes a este rubro.
Confitería nocturna: Si lo que se quiere es incentivar el consumo de bebidas, el color azul no debe faltar en la ambientación de estos recintos.
Restaurantes: En el rubro gastronómico es fundamentalmente fuego, por eso el rojo es infaltable. Sin embargo, hay que manejar esta energía con moderación, combinándola con tonos tierra (beige, naranja, maíz) y madera (verde) vinculados a la naturaleza y los alimentos.
Los objetos activadores
No es necesario convertir el local en una feria de amuletos de la suerte, esto sería contraproducente para la imagen comercial si no se dedica a este rubro. El Feng Shui puede usar de manera sutil algunos activadores de buena fortuna, respetando el estilo del lugar. Algunos para elegir:
* Gato de la suerte: Zhaocai Mao, también conocido como Maneki Neko por su denominación japonesa, se coloca al lado de la caja registradora o en el mostrador mirando hacia la entrada. Con su mano derecha llama a la fortuna, y con la izquierda el dinero. Su simpatía es bienvenida en todo tipo de rubro, y su tamaño debe ser mediano a pequeño.
* Cañas de bambú: El bambú es uno de los símbolos más populares y poderosos de longevidad. Representa la fortaleza en circunstancias de adversidad y la capacidad para salir de cualquier situación difícil. En Feng Shui se lo usa como activador de buena salud, y también de buena fortuna. Para ello se colocan dos cañas huecas de bambú arriba de la puerta de entrada al negocio. No es necesario que sean muy grandes, pueden medir 15 cm de longitud. No hay que cruzarlas entre sí. También se las coloca en la pared opuesta a la de la entrada.
* El limonero: En Oriente, los comerciantes suelen colocar un par de plantas de limonero en la entrada de su local, especialmente en Año Nuevo, para aumentar la prosperidad.
Sus frutos simbolizan el oro, y, al igual que otras plantas, su energía del elemento madera activa el crecimiento. Hay que recordar que las plantas enfermas o secas despiden exceso de energía Yin nada favorable.
* Porteros custodios: Los perros Fu en la entrada del local, del lado de afuera, aunque su tamaño sea pequeño, son igual de efectivos para protegerse de la entrada de energías hostiles.
* Fuentes de agua: Son muy propicias pero para ubicarlas se necesita un estudio Feng Shui de la orientación adecuada, puesto que de lo contrario pueden afectar las finanzas. El agua siempre debe dirigirse hacia el interior del local y no hacia fuera.
Recordá siempre que llevar adelante un negocio con éxito, es la meta de todo empresario. El sentido del éxito es algo bastante subjetivo, y en mi experiencia personal, y desde el enfoque del Feng shui no solo radica en los logros material, sino, y principalmente, en las satisfacciones personales que cada nuevo desafío pueda dejarte. Atraer clientes, crear soluciones creativas, aumentar las ventas y generar fidelización para que la gente vuelva y nos recomiende, será siempre la consecuencia lógica de una labor afrontada con armonía y alegría. Por eso, es importante que actives desde lo espacial tu deseo de merecer el progreso.
Por Patricia Traversa, Directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional y autora del libro “Cambie su vida con Feng Shui”.