Son muchas las investigaciones acerca de los beneficios que tiene la presencia de vegetación en nuestro hábitat. Durante la fotosíntesis, las plantas liberan vapor de agua (97% del agua que tomaron) y ayudan así a humidificar el ambiente reduciendo las dificultades respiratorias para quienes están bajo su efecto.
Las plantas además eliminan las toxinas del aire, hasta un 87% de los compuestos orgánicos volátiles (COVs) cada 24 horas, según investigaciones de la NASA. Los COVs incluyen sustancias como el formaldehído (presente en alfombras, vinilos, humo del cigarrillo y bolsas de la basura), el benceno y el tricloroetileno (ambos emitidos por fibras sintéticas, tintas, solventes y pinturas). Por lo general, el benceno se encuentra en concentraciones altas en lugares donde abundan libros y papeles. Los edificios modernos, herméticos y con temperatura controlada retienen los COVs dentro del ambiente. Las plantas purifican el aire enviando estos contaminantes al sustrato, donde los microorganismos cercanos a la raíz convierten los COVs en alimento.
También está demostrado que la presencia de la naturaleza verde en espacios académicos y oficinas aumentan la capacidad de concentración y reducen las tasas de enfermedad. En salas hospitalarias, donde hay pacientes internados, la presencia de plantas mejora el estado anímico y favorece una recuperación más rápida respecto de salas que no tienen plantas. Lo que la ciencia moderna reveló ya era considerado por sabios herbolarios de culturas pasadas: Paracelso, alquimista, médico y astrólogo suizo (1493-1541), decía que el poder curativo de los vegetales provenía de su “espíritu” conformado por los impulsos cósmicos recibidos de las constelaciones y planetas.
Según el Feng Shui, las plantas son verdaderos reservorios de energía y son muy favorables para equilibrar el Chi del hogar. Mediante la función clorofílica, ellas atrapan los rayos del sol (energía Yang) y los convierten en alimento para sí mismas, irrandiando esta energía Yang al entorno. En cualquier recinto cerrado, embellecen y refrescan el lugar, optimizan el flujo energético y ofrecen, como si fuera poco, soluciones prácticas para dividir espacios y crear rincones agradables.
Cuidar la energía vegetal
Las plantas vigorosas, con o sin flores, ubicadas estratégicamente pueden activar energías específicas vinculadas con avances espirituales, físicos, intelectuales y económicos. También ayudan a rechazar y filtrar Sha Chi (energía tóxica o negativa), hacen de barrera protectora del ruido, del calor y la luz excesiva, la contaminación y las miradas intrusas.
Las plantas simbolizan el crecimiento, la vida y la abundancia y se asocian con el elemento madera que, junto con el resto de los elementales (tierra, agua, fuego y metal), nutre y equilibra el Chi ambiental. La madera es la energía de la salud, la familia y la expansión creativa. Su orientación es el Este y el Noreste, es desgastada por el fuego, destruida por el metal y nutrida por el agua.
Como ocurre con otros recursos del Feng Shui, su uso no debe ser indiscriminado. Por ejemplo, un exceso de vegetación, en crecimiento descontrolado, plantas en mal estado o ubicadas de manera incorrecta, irradian energía nociva que debería evitarse.
A la hora de elegir plantas de compañía es fundamental ser realistas acerca de nuestro tiempo y voluntad para cuidarlas. Si estás renovando el Feng Shui de tu casa con la convicción de mejorar tu calidad de vida, entonces seguramente estés dispuesta a asumir el compromiso de criar plantas vigorosas y bellas. Tenés que saber que hay especies que requieren más cuidados y conocimientos, otras son más resistentes y no demandan muchas precauciones. Pero todas implican nuestra mirada diaria y atenta para reconocer en ellas sus necesidades vitales y satisfacerlas.
Criterios para elegirlas
El Feng Shui clasifica las plantas evaluando sus cualidades energéticas, y según ellas considera algunas más apropiadas que otras en ciertas situaciones.
Algunas son directamente descartadas, por ejemplo, los bonsai porque representan una energía cuyo crecimiento fue atrofiado y proyecta la idea de limitación. Las flores secas tampoco son favorables porque su Chi ya murió. Las flores y plantas artificiales de tela (no de plástico) son una alternativa viable pero debe quedar en claro que nunca aportarán la energía plena que emanan las plantas naturales, y no hay que ubicarlas en el baño o en los dormitorios.
Las suculentas, también llamadas crasas o carnosas, se caracterizan por apariencia opulenta, acumulan agua en sus tallos, hojas o raíces. Son resistentes y activan la energía de la abundancia; los cactus pertenecen a este grupo, pero si tienen espinas (Chi agresivo) solo deben usarse en el exterior de la casa, a modo de protección.
Las trepadoras, también conocidas como enredaderas, pueden o no necesitar un soporte para crecer. A veces secan a otras plantas o árboles, al quitarles la luz solar. Sin embargo, no son plantas parásitas, ya que solo buscan un soporte para recibir más luz. El Feng Shui no descarta el uso de enredaderas en el exterior siempre y cuando no “asfixien” los muros de la casa. Son ideales las que dan flores y que con poda se mantienen confinadas a sectores evitando que resulten invasoras.
Las plantas colgantes, en cambio, si no poseen guías o soportes tienden a crecer hacia abajo. Ejemplos de ellas son el potus, el chlorophytum (lazo de amor), la zebrina péndula, el plectranto (planta del dólar), los geranios, las petunias y lobelias, la hedera helix, entre otras. Son bienvenidas siempre y cuando su apariencia no sea lánguida y llovida, pues esta energía tan descendente irradia negatividad y falta de ímpetu para avanzar. Hay que podarlas y colocarles pequeñas guías para que adopten un aspecto más erguido y voluminoso.
Las de hojas alargadas en punta, tan frecuentemente incluidas en los interiores, como las dracenas, yucas, aralias, resultan emisoras de Sha Qi o energía hostil. Este tipo de plantas pueden ser muy beneficiosas si las colocamos fuera de la casa para desviar el Sha Qi proveniente del exterior. Pero, en el interior, propician conflictos y peleas.
Las plantas con hojas de formas redondeadas, ovaladas o en corazón son las más auspiciosas para interior. Las aromáticas también son activadoras de buen Chi y se admiten las hidropónicas, cuyo cultivo puede realizarse en agua.
Si las plantas dan flores, aportan un plus de energía benéfica por su colorido, y deben ubicarse del siguiente modo (siempre priorizando condiciones ambientales benéficas para su crecimiento sano):
– Norte/Noroeste/Sureste: rojas, fucsias, naranjas, amarillas,
– Este: celestes, lilas, violetas,
– Oeste/Suroeste: blancas, amarillas, naranjas,
– Sur/Noreste: blancas, celestes.
¿Dónde ubicarlas?
Según el ambiente, la orientación cardinal y el tipo de energía que se necesites poner en movimiento, los consejos para situar las plantas en tu vivienda son:
* Sala de estar. Aquí las plantas deben ubicarse en las orientaciones madera y fuego para contribuir al ciclo constructivo de los 5 elementos y activar las aspiraciones vitales. En el Norte (elemento fuego alimenta la madera), nutren el reconocimiento social o trascendencia, y en el Noreste (madera) favorecen las finanzas y prosperidad (siempre que sean saludables). Estas orientaciones son soleadas y necesitan plantas resistentes que transmiten energía Yang; recomendamos la diffenbachia, la gloxina, el palo de agua, espatifilium, planta del dólar, estrella federal, planta de la moneda, potus, caladio o corazón de Jesús, scheffleras, entre otras de interiores.
En el Este (madera) del living, orientación correspondiente a la aspiración de la salud y la familia, se recomiendan plantas como calathea que estabiliza las emociones y armoniza las relaciones. La begonia que ayuda al crecimiento personal. La peperonia que infunde sentimientos amorosos. El crotón que combate los miedos. La fatsia japónica para activar la buena salud. La afelandra que afianza los vínculos familiares armoniosos.
* Balcones y ventanas. Ya que son una continuidad del interior, aquí las plantas protegen de energías amenazantes del exterior, actuando como filtro. Generan un microclima acogedor para disfrutar de la naturaleza aún viviendo en la ciudad. En espacios abiertos más grandes, como patios, jardines y terrazas, el Feng Shui recomienda generar trayectos ondulantes con una vegetación cuidada, sin intervenciones obsesivas que quiten naturalidad.
* Puerta de entrada. Colocar una maceta a cada lado de la entrada principal, con plantas de follaje saludable y flores coloridas funciona como un buen filtro que limpia la energía antes de que ingrese al hogar. Predispone positivamente a quien llega. Pero la vegetación nunca debe obstaculizar el paso. Aquí son ideales las aromáticas como la menta, y las protectoras como el lazo de amor.
* Pasillos y recibidores. Aunque muchas veces estos espacios reciben luz escasa, algunas especies de interior pueden adaptarse a estas condiciones, como los helechos, los ficus, la aspidistra, el filodendro o costilla de Adán. Las plantas en estos ambientes ayudan a modular la circulación de la energía y otorgan calidez a un lugar que suele ser de tránsito. Pero hay que cuidarlas de corrientes de aire y maltratos por el trajín del lugar.
* Cocina. En este ambiente, el Feng Shui usa las plantas como cura, ubicándolas entre el fuego y el agua, pero además se pueden colocar para incrementar la energía Yang del espacio que, por ser elemento fuego, es nutrido por la madera. A veces no es fácil lograr que las plantas vivan en la cocina, las ideales son las violetas africanas por su tamaño y además porque les gusta mucho el calor. Plantas en agua como el potus o la peperonia también funcionan bien.
* Baños. Cuando los baños están ubicados en una orientación favorable del patriarca del hogar, el Feng Shui indica disminuir la energía del agua propia de estos ambientes. En estos casos, algunas plantas que se adapten a la humedad del baño son beneficiosas porque el elemento madera que representan desgasta a la energía del agua, controlando así que la buena fortuna se vaya por las cañerías. Algunas sugeridas son cañas de bambú, helechos y potus. Pero si el baño está en una orientación desfavorable, no hay que colocar plantas.
* Dormitorios. Es importante mencionar que las plantas y flores no deben permanecer durante toda la noche en el dormitorio, ya que durante las horas nocturnas ellas absorben el oxígeno y producen dióxido de carbono, por lo que pueden interferir en la calidad de nuestro descanso y salud.
Quien mejor nos indicará si hemos colocado la planta en el lugar correcto es ella misma. Muchas veces ocurre que aunque las condiciones ambientales (humedad, temperatura, iluminación, etc.) son las adecuadas a la especie, el ejemplar no prospera. Nos estará indicando que algo no funciona bien energéticamente. Prueben ir corriéndola de lugar, y aprovechen a analizar qué representa en sus vidas el sector donde no crecía saludable. Tal vez deban recurrir a otras curas energéticas.
Por Patricia Traversa, Directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional y autora del libro “Cambie su vida con Feng Shui”.