Este miércoles comenzaron los Juegos Paralímpicos en Río de Janeiro, que ya tuvieron la primera polémica. Porque el Comité Paralímpico Internacional expulsó a un miembro de la delegación de Belarús.
El hecho que llevó a que se le retirase la credencial a Andrei Fomachkin fue que, durante el desfile de atletas en la ceremonia inaugural en el Maracaná, desplegó una bandera de Rusia, país que fue suspendido del evento luego de los escándalos por doping que se sucedieron.
Fomachkin no es deportista sino un invitado de honor del presidente del Comité Paralímpico de su nación -Oleg Chepel-, y no debió estar en la fiesta en primera medida. El CPI tomó cartas en el asunto de inmediato y lo expulsó de la cita, y confirmó que hablará con la delegación bielorrusa para recordarle que “este tipo de protestas políticas están prohibidas en los Juegos”.
Hace un mes, el Comité de Belarús le había informado al CPI que desfilaría con una bandera rusa, pero el organismo se negó rotundamente. Este gesto fue agradecido por el presidente del Comité Paralímpico de Rusia, Vladimir Lukin, quien declaró que “nunca olvidaremos el gesto y lo retribuiremos”.